Rusia carga con Kalashnikov los brazos de Filipinas
Recientemente el Gobierno de Rusia hizo una donación de armamento a Filipinas que consistió en unos 5 000 rifles de asalto Kalashnikov, además de 20 vehículos militares con el objetivo de contribuir a la lucha contra el terrorismo de Daesh. Tal gesto se hizo efectivo en una ceremonia realizada en Manila, y liderada por el presidente filipino, Rodrigo Duterte.
En un acto retransmitido en directo por la televisión, el mandatario del país asiático se hizo acompañar por su ministro de Defensa, Delfín Lorenzana, durante un recorrido por el barco contenedor de la donación, el antisubmarino ruso Almirante Pantaleev atracado en el puerto de la capital de la nación insular. Allí el presidente de Filipinas pudo presenciar cómo se firmó el contrato de entrega a las Fuerzas Armadas de Filipinas del lote de equipamiento militar ruso, que también incluye un millón de cartuchos de munición y 5 000 cascos de acero. Por su parte, el ministro de Defensa filipino destacó que se trata de una donación sin costo alguno, y manifestó que el Gobierno ruso se solidariza con la causa e intentan ayudar en la lucha mundial contra el terrorismo, un tema que preocupa y afecta a todos.
La donación de Rusia ha llegado un día después de haberse establecido el acuerdo de cooperación técnica militar sellado por el ministro de Defensa filipino, Lorenzana, y su homólogo ruso, Sergey Shoygu. Este hecho tuvo lugar como parte de una reunión de ministros de Defensa de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que fue celebrada en Clark, a unos 100 kilómetros al norte de la ciudad de Manila. Según el comunicado oficial del convenio firmado, ambos países también prevén cooperar en investigación, así como en el apoyo a la producción y el posible intercambio de expertos y formación de tropas para programas de conjuntos.
Medios de comunicación indican que desde que el presidente de Filipinas llegó al poder en junio de 2016 ha mostrado una postura distante de su tradicional aliado, Estados Unidos, sobre todo en el ámbito militar, y por consiguiente ha manifestado un acercamiento a países como China y Rusia tanto en defensa como en otras áreas como la diplomática y económica. En otras dos ocasiones buques rusos visitaron Manila, y también sus gobiernos habrían firmado acuerdos de cooperación en defensa y energía nuclear durante la visita del presidente filipino a Moscú en el pasado mes de mayo, visita oficial que tuvo que ser interrumpida precisamente por haber estallado una rebelión armada de insurgentes afines a Daesh en la ciudad de Marawi, en el sur de Filipinas. El conflicto con yihadistas en Marawi concluyó este lunes cuando las tropas lograron recuperar en su totalidad la zona tras cinco meses de combates que han dejado un saldo de más de 1 100 muertos y una situación de caos y desastre en la ciudad.
