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jueves, 12 de octubre de 2017

Un poco de ejercicio para despedir el estrés

Por habana91

Científicos de un equipo internacional demostraron en un estudio, publicado en la revista American Journal of Psychiatry, que solo una hora de ejercicio físico a la semana podría prevenir problemas depresivos en el futuro. Para demostrar esa hipótesis, los investigadores analizaron a más de 30 mil adultos durante una década. Como resultado, demostraron que quienes no realizaron ejercicio físico tienen un 44% más de probabilidades de sufrir depresión, en comparación con los que se ejercitan una o dos veces a la semana. La reducción en los niveles de ese mal se produjo con independencia de la intensidad del ejercicio realizado.

Hemos sabido desde hace tiempo que el ejercicio juega un papel a la hora de tratar los síntomas de la depresión, dijo el autor del artículo, Samuel Harvey, profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney. Sin embargo, añadió, esta es la primera vez que hemos sido capaces de cuantificar el potencial preventivo de la actividad física en términos de reducir futuros niveles de ese trastorno mental. Esa enfermedad -frecuente en todo el mundo- afecta a más de 300 millones de personas, según considera la Organización Mundial de la Salud (OMS). Puede convertirse en un problema serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y también causar gran sufrimiento, además de alterar las actividades laborales, escolares y familiares, apunta la OMS. En el peor de los casos, añade la agencia sanitaria de la ONU, existe el riesgo de llevar al suicidio a los afectados.

Hacer ejercicio puede mejorar la salud mental ayudando al cerebro a sobrellevar mejor el estrés, según las investigaciones realizadas sobre el efecto de los ejercicios en los neuroquímicos involucrados en la respuesta al estrés del cuerpo. Las primeras muestras del estudio adelantaron que las personas físicamente activas tienen menores índices de ansiedad y depresión que las personas sedentarias. Pero hay pocos estudios enfocados en los motivos de por qué debería ser así. Por lo tanto, para determinar cómo el ejercicio puede brindar beneficios a la salud mental, algunos investigadores están analizando los posibles vínculos entre el ejercicio y las sustancias químicas cerebrales asociadas con el estrés, la ansiedad y la depresión. Hasta el momento, hay pocas pruebas que sustenten la teoría popular de que los ejercicios provocan un torrente de endorfinas. En cambio, una línea de investigación apunta a la menos conocida, norepinefrina neuromoduladora, que puede ayudar al cerebro a lidiar con el estrés de manera más eficaz.

En estudios con animales durante fines de la década de los ochenta se descubrió que el ejercicio aumenta la concentración de norepinefrina en las regiones del cerebro que están involucradas con la respuesta del cuerpo al estrés. La norepinefrina resulta particularmente interesante para los científicos pues el 50 % del suministro al cerebro se produce en el locus ceruleus, un área del cerebro que conecta la mayoría de las regiones cerebrales involucradas en respuestas emocionales y al estrés. Se cree que la sustancia química desempeña un papel importante en la acción de otros neurotransmisores más comunes que tienen un efecto directo en la respuesta al estrés. A pesar de que los investigadores no están seguros exactamente de cómo funciona la mayoría de los antidepresivos, saben que algunos aumentan la concentración de norepinefrina en el cerebro.

Sin embargo, algunos psicólogos no creen que sea una simple cuestión de que más norepinefrina equivale a menos estrés y ansiedad y, en consecuencia, menor depresión. Pero por otro lado, creen que realizar ejercicio frustra la depresión y ansiedad pues aumenta la capacidad del cuerpo de responder al estrés. Biológicamente, el ejercicio parece darle al cuerpo la posibilidad de sobrellevar el estrés. Obliga a los sistemas fisiológicos corporales, que están involucrados en la respuesta al estrés, a comunicarse mucho más de lo habitual. El sistema cardiovascular se comunica con el sistema renal, el cual a su vez se comunica con el sistema muscular. Todos estos sistemas están controlados por el sistema nervioso central y simpático, que también se deben comunicar entre sí. Esta sesión de ejercicios del sistema de comunicación corporal puede ser el verdadero valor del ejercicio; cuanto más sedentarios somos, menos eficiente es nuestro cuerpo para responder al estrés. Pero lo más importante es la experiencia individual, si una persona siente menos estrés realizando ejercicios físicos, no hay duda, realmente funciona.