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jueves, 30 de noviembre de 2017

China y el Vaticano tantean el terreno

Por thais

Pekín y la Santa Sede del Vaticano se encuentran en un proceso de mutua exploración y entendimiento para lograr acercar posturas y establecer las relaciones diplomáticas que aún no tienen. Esta continúa siendo una de las prioridades principales para el papa Francisco, como lo era también para su predecesor Benedicto XVI, en la búsqueda de la paz y la comprensión entre las naciones y los diferentes centros de poder a nivel internacional. Las miradas de China estarán puestas en las actividades que realizará el Papa y la proyección que demuestre en su visita al continente asiático, durante los próximos días.

El papa Francisco resulta para el Vaticano un aire fresco y renovado cargado de novedosas ideas y nuevas formas de enfrentar las relaciones sociales y entre los diferentes estados o entidades internacionales. En su afán por renovar la imagen del Vaticano se ha proyectado de manera más positiva y juvenil frente a diversos temas como el matrimonio o la diversidad sexual. En este sentido uno de sus temas pendientes para lograr la ansiada paz es su relación con el gobierno Chino.

Uno de las principales cuestiones que señala el gobierno Chino, acerca de la peligrosidad de estas relaciones, es su preocupación por la injerencia del Vaticano en asuntos internos como la elección y el nombramiento de obispos que solo el Papa tiene la autoridad para hacerlo. Esta es la principal problemática a debatir para ambas partes, lo cual llevara un paulatino proceso de negociación.

Otro de los problemas que se encuentran determinando este acercamiento es la posición de ambos países con respecto a Taiwán. Para los chinos, Taiwán es considerada aún como una esperanza para la reunificación territorial de la república y entre ambas regiones se mantienen todavía, ciertas tensiones con respecto a la soberanía. Por su parte el Vaticano es uno de los pocos países que reconocen, en sus relaciones diplomáticas, a Taiwán como un Estado. Precisamente una de las exigencias del gobierno chino para establecer relaciones diplomáticas con ellos es la suspensión de los vínculos diplomáticos con Taipei, no obstante este para el Vaticano representa una zona clave, en cuanto a los temas religiosos, ya que, aunque su población no se caracterice por el catolicismo, este si está presente en las universidades más importantes de la región.

Otra cuestión importante que el gobierno chino debería resolver antes de seguir avanzando con el restablecimiento diplomático con el Vaticano son sus relaciones con aquellos líderes cristianos que se enfrentaron en un momento determinado por defender su fe y obediencia al Papa. Desde el inicio de su mandato el actual presidente chino Xi Jinping ha manifestado su rechazo a las ideologías extranjeras y durante los primeros años ha ejercido un fuerte control sobre la sociedad civil en relación a estos temas.

La relación actual entre ambos países ha transitado por diferentes momentos de reinvención. En el 2014 el Papa envía un saludo mediante un telegrama durante su viaje a Corea del Sur, por su parte China le obsequió al Vaticano varias obras de un famoso pintor chino. No obstante China envía señales confusas, en este sentido. Por ejemplo esta semana se han acordado el intercambio de un número significativo de obras de arte entre ambas partes para su posterior exposición. China declara que este gesto constituye una expresión clara de su intención que es la de normalizar las relaciones diplomáticas de ambos países.

En materia religiosa, al Vaticano le conviene contar con el apoyo y la fe de la mayor población que existe actualmente en el mundo, que aunque no tiene un grupo tan grande de fieles, en comparación con su población real, debido al control estatal que se mencionaba anteriormente; aún así constituye un importante centro de poder para desarrollar la fe cristiana y católica. Además es una población que va en aumento numéricamente y que expresa un interés muy diverso, en cuanto a la fe, en comparación con el estancamiento poblacional y religioso que presentan las naciones europeas.

De igual forma para China resultaría beneficiosa su relación con el Vaticano y a su vez con el Papa Francisco ya que se considera mundialmente una figura sumamente influyente y mediadora en los conflictos y relaciones internacionales. Esperemos entonces en los próximos meses, los siguientes pasos que tomarán cada uno de los mandatarios para unificar y acercar posturas, lo cual también contribuye a construir procesos de paz, entendimiento y solidaridad entre las diferentes naciones del mundo.