Del "vinum acre" de los romanos a un producto multiusos
Cuando en tiempos del imperio romano los grandes toneles de vino comenzaron a fermentarse - como bien decían: “el vino se picaba”, entendieron que aquel «vinum acre» o «vino agrio», podía tener también sus usos. Y desde entonces hasta hoy el preciado líquido ha servido no solo para aliñar verduras y vegetales, como conservante para escabeches, marinados y encurtidos; sino además como un excelente aliado para las labores del hogar: el vinagre.
Si deseamos mantener limpio nuestro hogar, sin encrustamientos o suciedades, existen varias fórmulas a base de vinagre que pueden sernos de utilidad. Por ejemplo, calentando una taza y media de vinagre podremos fregar con éxito la parte baja de la estufa. Esto sucede porque la combinación del calor y el líquido actúan sobre las manchas de comida más tercas, sin necesidad de recurrir a productos de limpieza corrosivos o dañinos para el medio ambiente.
Bañando un paño de algodón limpio en vinagre blanco, y pasarlo por la superficie de las ventanas de vidrio o sobre el vidrio de una mesa, lograremos una superficie limpia y brillante. A su vez, mezclar una taza de bicarbonato de sodio con una de vinagre caliente, es una excelente receta para evitar obstrucciones en los drenajes. Mejor aún si luego de verterlo, añadimos un poco de agua caliente por el desagüe.
Verter un poco de vinagre blanco en el cubo de la basura, nos ayudará a conservarlo limpio y con un olor agradable. Mantenerlo allí durante 15 minutos aproximadamente, y luego lavarlo con agua fría es el mejor procedimiento. Por el contrario, si lo que deseamos es limpiar nuestros enseres de cocina, se mezcla agua tibia con vinagre, se humedece un paño en la mezcla, y estaremos listos para desinfectar ollas, sartenes y superficies duras de la cocina.
Y en efecto, el vinagre puede ser un ingrediente fundamental en nuestra cocina. Cuando adobamos carnes que estén un poco duras, solo debemos añadir unas cucharadas de vinagre blanco para que la carne se vuelva más tierna y suave. Igualmente podemos agregar una cucharadita de vinagre al agua de cocción de verduras como la coliflor o la remolacha, para que mantengan su color.
Si nuestro mayor deseo es potenciar nuestra salud y belleza natural, también el vinagre puede sernos de grata ayuda. Cuando tengamos alguna picadura de insectos (abeja, mosquito), pasarnos un algodón enchumbado en vinagre por la zona afectada, evitará la hinchazón y ayudará a sanar. Así mismo, un poco de vinagre blanco en un atomizador, nos permitirá contrarrestar las quemaduras del sol en nuestra piel.
Cuando recibamos algún corte o contusión, aplicar vinagre será un excelente método antiséptico. E igualmente, puede usarse como una loción para después del afeitado; así aliviará la piel. A su vez, si las uñas se le han tornado amarillentas por la acción continua del quitaesmalte, el vinagre de vino blanco le devolverá su color original.
Sin dudas, son muchas las utilidades de este singular producto. Aprovecharlas pude ser una opción económica y eficaz.
