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domingo, 12 de noviembre de 2017

Destruir Miami para acabar con Fidel Castro

Por Elizabeth Almeida

La promesa del presidente Donald Trump a principios de esta semana de finalmente ser quien devele el misterio del asesinato del presidente John F. Kennedy desclasificando una importante serie de documentos secretos ha resultado en una enorme tomadura de pelo. Los National Archives finalmente hicieron público sólo una pequeña fracción de los documentos JFK. Aun así, los casi 2800 documentos incluidos en esta nueva publicación confirma algunos de los más escandalosos detalles de los intentos de los Estados Unidos durante décadas para matar o deponer al líder cubano Fidel Castro -incluyendo un impactante plan de la CIA para sembrar el terror en la ciudad de Miami.

Después de que la revolución de Fidel Castro triunfara en el pequeño archipiélago cubano y miles de residentes de la isla que no estaban de acuerdo con el nuevo gobierno salieron hacia al Sur de la Florida, la agencia estuvo considerando seriamente eliminar a un bote lleno de refugiados, asesinar líderes del llamado exilio y plantar varias bombas en Miami; todo para poder culpar a Fidel Castro del caos que surgiría de estas acciones.

La idea principal era volver a la opinión pública internacional y dentro de la propia isla contra Castro, culpándolo de todas las atrocidades, y justificar así una invasión militar estadounidense. Los detalles de este siniestro complot están incluidos en un amplio sumario sobre la Operación Mangosta, una maniobra encubierta desarrollada por la CIA desde el año 1960, bajo la presidencia de Dwight Eisenhower, con el único objetivo de derrocar de una vez a la Cuba comunista.

La campaña fue recogida en un informe sobre pretextos que los Estados Unidos pudieran utilizar para justificar una intervención militar en la Mayor de las Antillas. El reporte fue enviado el día12 de abril del año 1962 por el General Edward Landsdale, un alto oficial de la Guerra Fría quien se encontraba trabajando con la CIA en la realización de la Operación Mangosta. Este oficial fue quien envió el informe, que incluía otros nueve proyectos, al General Maxwell Taylor, quien pronto se convertiría en el Jefe del Estado Mayor Conjunto.

Afortunadamente, el complot no llegó a ser ejecutado. El documento de la operación Mangosta incluye otros escabrosos planes, incluyendo la idea de emplear armas biológicas para arruinar los cultivos de alimentos en la isla, llevando probablemente a la hambruna y en una rebelión contra el gobierno de Castro.

La Operación Mangosta ha sido mantenida estrictamente como un secreto. El proyecto encubierto, que tuvo durante un tiempo su sede en una base secreta en Opa-Locka, ha sido estudiado por numerosos investigadores de la Guerra Fría y de la conspiración para asesinar a JFK. NO está todavía claro si los detalles sobre el funesto plan de sembrar el terror en Miami son relativamente nuevos.

Otros documentos confirman algunas de las más locas piezas del complot, incluyendo los planes de la CIA de usar complicados y extravagantes dispositivos, como explotar un tabaco para matar finalmente a Castro. Los papeles revelados en estos últimos días incluyen informes detallando varios planes de usar un traje envenenado o un potente explosivo para asesinarlo y describen a la CIA como una entidad presta a colaborar con la mafia para sacar de una vez al líder comunista de la geopolítica mundial.

Ninguno de esos detalles son particularmente nuevos ya que esas ideas fueron develadas en el año 1979 en el libro sobre la CIA del ganador del Premio PulitzerThomas Powers. Los ciudadanos de Estados Unidos y del mundo tendrán que esperar otros seis meses para saber si los miles de documentos que la CIA se rehusó a incluir en el listado de los revelados recientemente, incluyendo los lazos de Lee Harvey Oswald con las agencias de inteligencia estadounidenses o con la Unión Soviética, serán desclasificados.