El Papa se cuida en Myanmar
Pese a que las personas de la etnia rohingya en Myanmar están siendo asesinadas y exterminadas por cuestiones étnicas y religiosas, en ese país, el Papa Francisco en su visita a esa nación, no mencionó la palabra “prohibida”. Varias asociaciones habían pedido que hablara sobre la minoría musulmana, este evitó buscarse problemas.
El Papa Francisco está de visita durante cuatro días en Myanmar, un país que está acusado de efectuar o de hacerse de la vista gorda, con la limpieza étnica, hacia la minoría musulmana, llamados rohingyas. Más de 600 mil personas de esa etnia, musulmana, han tenido que huir del país, desde que en agosto de este año, se arreciara la cacería sobre ellos, que siempre ha sido una realidad.
Con esa realidad abrumadora sobre sus espaldas, llegó el Papa Francisco al país asiático, y además con una representatividad mínima de su religión, pues solo el 1% es practicante católico allí. De los 53 millones de habitantes, solo 700 mil lo practican. Varias instituciones humanitarias consideraron que era necesario que el Papa se pronunciara a favor de respetar el derecho de hábitat de los rohingyas, que pronunciara al menos su nombre, para llamar la atención local sobre el problema. Pero el Papa no quiso hacerle el feo a los locales, y aunque habló de problemas en la nación, no hizo hincapié en el delicado tema. Al contrario sí destacó que cada creencia religiosa tenía sus pros y sus contras, y que había que aprender de cada una. Para Myanmar, en cambio, lo de los rohingyas, es problema de Bangladesh.
Algo que niegan los bengalíes. Por cierto, este será el siguiente país que visitará Francisco al concluir su paso por Birmania. Los rohingyas no tienen garantizado ningún derecho básico en Myanmar, así que por lo tanto no tienen derecho a la educación, ni a casarse, ni a tener propiedades, ni tierras, por lo que pueden ser expulsados toda la vida, depende de a quien se le cante. Por ello resulta vergonzoso que Francisco no se haya manifestado más fuerte sobre el tema, que afecta a esta minoría.
Naciones Unidas ha sido más visible, diciéndole a Myanmar que respecto a los rohingyas, están haciendo de calco, una limpieza étnica. El jefe de la Iglesia Católica, de 80 años, y conocido por ser un Papa de acción, aunque no dijo exactamente el nombre, sí reconoció que el país, sigue viviendo enfrentamientos civiles. Añadió que el futuro del país debe ser la paz con basamento en el respeto por las tradiciones, etnias y pueblos.
Vaya, que no lo dijo, pero lo dijo. Pidió también respeto por el estado de derecho de cualquier persona, sin importar la procedencia, la raza o la religión. Al parecer, el único cardenal del país también habría recomendado al Santo Padre no mencionar a los rohignyas, pues es un tema que levantaría ronchas en el gobierno y buscaría líos a los católicos, que también son minoría.