Evo Morales podrá ser reelegido por cuarta vez
El presidente de Bolivia, Evo Morales, fue habilitado para participar en las elecciones presidenciales del año 2019. La Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia declaró procedente el recurso presentado por representantes del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) para una nueva postulación de autoridades del país. Dicha medida fue aprobada por unanimidad en el órgano judicial dando paso a la habilitación para las elecciones generales pactadas para dentro de dos años. Según los defensores de esa postura las postulaciones indefinidas es una manera de escuchar el dictado del pueblo. Sin embargo, los detractores ven en esto una manera de la elección indefinida.
El fallo constitucional abarca la habilitación para la postulación de otros cargos políticos como gobernadores, alcaldes, asambleístas, concejales sin distinción de la orientación política a la que pertenezca. El recurso fue presentado en septiembre de este año y pedía considerar inaplicables varios artículos de la Constitución boliviana sobre el límite de participación en elecciones para el presidente, vicepresidente, gobernadores, asambleístas, alcaldes y concejales.
De esta forma se despejan todas las dudas respecto al futuro político de la nación andino amazónica. El chance de Morales de repetir otro mandato presidencial es un respiro para las fuerzas políticas gobernantes y un quebradero de cabeza para los opositores. El fracaso del plebiscito donde ganó la opción del No por la continuidad de Morales en el Palacio de Quemado –sede del Ejecutivo boliviano- fue el hecho que encendió las alarmas.
las autoridades buscan una alternativa. Entre las que se han manejado está buscar una habilitación constitucional para que el representante de la etnia aymara pueda presentarse a las elecciones, ya que las propias leyes lo impiden. Para ello los tribunales constitucionales deben pronunciarse el venidero mes de diciembre. Otra vía sería enmendar la Carta Magna pero sería un proceso largo, desgastante y engorroso.
El caso boliviano es víctima de una de las críticas constantes a los procesos que hace una década gobernaron en América Latina y el Caribe: el de montar un gobierno de transición o cambio de corte de izquierda o centro izquierda basado en una sola figura. Tal y como sucedió en la Venezuela de Hugo Chávez, ahora en Bolivia no hay tiempo para preparar una figura carismática como Morales y conocida con un aval político que pueda presentarse como la opción para que continúe la Revolución democrática y cultural iniciada en el año 2006.
En el plano político la situación es difícil; no así en el económico. En más de diez años gobernando, el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) no solo supo aprovechar la bonanza económica de la época, sino también que descubrió que recursos naturales como el gas y el litio eran la puerta a un estabilidad económica de primer mundo. Quienquiera que sea el sucesor de Morales en Bolivia asumirá un país con altos estándares de vida que lo ubican a la cabeza de los indicadores sociales en la región. La independencia tecnológica alcanzada con el lanzamiento de satélites al espacio con la ayuda de China es también un factor de peso en el desarrollo económico alcanzado por La Paz.