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miércoles, 29 de noviembre de 2017

La obesidad tiene varios culpables

Por Elizabeth Almeida

Una persona con una estatura promedio que tuviera 10 factores de riesgo vinculado a los genes de la obesidad aumentó un promedio de 8 libras a lo largo de su vida si tendía a ser sedentario, pero solamente unas 6 libras si se ejercitaba más, explicaron los autores del estudio. Los resultados fueron similares respecto a la falta de sueño, pues las personas con un cierto riesgo genético de obesidad tendían a tener un índice de masa corporal mayor si se despertaban con frecuencia o dormían de forma más inquieta.

La ciencia médica ha llegado a nuevas conclusiones para aquellas personas que le dan a los genes, toda la culpa de la obesidad. El hecho es que aquello que portan los llamados genes de la obesidad pueden ganar más peso si no hacen ejercicio o no duermen lo suficiente, así lo explica Timothy Frayling, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, en Inglaterra y refiere igualmente que aunque las personas no pueden cambiar los genes, estos solo explican parte del peso que se gana, lo que significa que incluso las personas con una inclinación genética a aumentar de peso pudieran controlarlo si comen bien y hacen ejercicio con frecuencia.

Frayling y su equipo de investigación estudiaron los patrones de actividad física y sueño de unas 85 mil personas de 40 a 70 años de edad en Inglaterra; los participantes usaban acelerómetros que permitieron estimar la cantidad de ejercicio y la calidad del sueño. También se investigó una puntuación de riesgo genético para cada persona, basándose en variantes comunes que se sabe que se asocian con un mayor riesgo de obesidad. Por supuesto, se demostró que la genética explicaba una parte de la obesidad, pero no todo el riesgo de una persona.

Una persona con una estatura promedio que tuviera 10 factores de riesgo vinculado a los genes de la obesidad aumentó un promedio de 8 libras a lo largo de su vida si tendía a ser sedentario, pero solamente unas 6 libras si se ejercitaba más, explicaron los autores del estudio. Los resultados fueron similares respecto a la falta de sueño, pues las personas con un cierto riesgo genético de obesidad tendían a tener un índice de masa corporal mayor si se despertaban con frecuencia o dormían de forma más inquieta.

Expertos en la obesidad indicaron que los resultados del estudio tienen sentido, según lo que se conoce sobre los factores que contribuyen al exceso de peso. La obesidad es una enfermedad del almacenamiento de la energía, que es a su vez provocada por desequilibrios hormonales, refiere el Doctor. Mitchell Roslin, jefe de cirugía de la obesidad en el Hospital Lenox Hill, de la ciudad de Nueva York y explica que aunque la genética tiene un rol, la actividad y el ambiente también influyen en la expresión de la obesidad.

De hecho, se cree que la obesidad es una enfermedad epigenética, lo que significa que no son los genes en sí, sino cómo cambian según el ambiente, dice Roslin.

Por otra parte, el doctor Jamie Kane, presidente del Centro de Gestión del Peso en el Hospital de Syosset de Northwell Health en Syosset, Nueva York, indica que el estudio realizado parece verdadero basándose en la investigación disponible hasta la fecha, y también en su experiencia clínica.

Hay una cantidad muy baja de personas que sufre una obesidad mórbida puramente genética, en la mayoría de esos casos, quizá el individuo tenga que hacer mucho más ejercicio que la persona promedio, y además cambiar la dieta, dice.