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jueves, 16 de noviembre de 2017

Las secuelas del naufragio italiano

Por Aliet Arzola

La eliminación de Italia del Mundial de fútbol, luego de 60 años de presencia permanente en las citas cumbres del balompié, ha dejado un sinfín de polémicas, algunas resueltas y otras todavía en desarrollo. Como es lógico, la conmoción se desencadena con la caída de uno de los gigantes del más universal de los deportes, porque solo así se puede calificar a Italia, monarca en cuatro ocasiones del torneo, la última hace solo 11 años en Alemania.

En primer orden, estaba por ver si había alguna reacción luego de los tiffosi pitaran el himno sueco en el partido de vuelta de la repesca, celebrado en el estadio Giuseppe Meazza, el mítico San Siro de Milán. En el mismo momento de la rechifla, Gigi Buffon, legendario arquero de la Azzurra, repudió la actitud de los fanáticos, muy por debajo de las expectativas. Pero tras el partido, De Rossi, capitán de la Roma y uno de los pesos pesados del conjunto italiano, llevó la disculpa a otro nivel, pues se subió al autobús de los suecos, los felicitó por su pase a Rusia 2018 y se disculpó por el comportamiento de los fans. Jansson, uno de los defensas de Suecia, no dio crédito al hecho y quedó maravillado con la actitud de caballero del mediocentro.

Pero al margen de esta noticia positiva, la cara de la eliminación mundialista para un país como Italia siempre va a ser negativa, polémica y traumática. Prueba de ello es la situación que ya se vive tras la destitución del técnico Giampiero Ventura, anunciada en las últimas horas por el presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Carlo Tavecchio, sobre quien también se acumulan un sinfín de demandas. De hecho, muchos esperaban que con la salida del entrenador también llegara la dimisión del mandamás de la Federación, algo que a la postre no sucedió, a pesar de los múltiples reclamos populares, tanto de la afición, la prensa y algunas glorias del fútbol transalpino como Demetrio Albertini, quien no se contuvo y dijo que el organismos rector del fútbol italiano necesita elecciones y una imagen fresca.

Sin embargo, las intenciones de Tavecchio van justo en el sentido opuesto. El presidente no se siente culpable del fiasco contra Suecia, ni del sufrimiento de un país, ni de las lágrimas de Chiellini, Bonucci y Buffon, quien perdió el tren de su sexto Mundial, algo que ningún jugador ha logrado. Tavecchio ha anunciado un junta en las próximas jornadas para presentar un nuevo plan técnico y probablemente algunas opciones para ocupar el puesto de seleccionador. El principal candidato es el fenomenal Carlo Ancellotti, pero su llegada estaría condicionada a un importante desembolso económico y la renovación de la Federación, aspectos que por el momento no parecen viables. De cualquier manera, el compromiso y la responsabilidad de Ancellotti para con su país pueden acortar el camino que lo lleve a tomar las riendas de la Azzurra, pensando ya en la Euro 2020 y en el Mundial de Qatar 2022.