Noventa arrestados en China por cibercrimen
Recientemente la fuerza policial de China realizó una operación en la provincia de Hubei, en el centro de ese país asiático, en la cual arrestó a 90 sospechosos de robar datos privados en internet para cometer fraude y hasta extorsionar a las víctimas. Y es que de seguridad en Internet ya no se puede hablar.
Los arrestados son, específicamente, vecinos y estudiantes de la ciudad de Enshi, quienes fueron ubicados en distintas zonas de esa urbe. Durante la operación policial fueron confiscadas más de 100 computadoras, la cuales se comprobó que fueron usadas para adquirir de forma ilegal información personal y luego exigir dinero a los afectados. Eso podemos llamarlo chantaje virtual. Y es tan grande la inseguridad que más de cuatro mil personas fueron perjudicadas con ese hecho delictivo antes de que finalmente fueran arrestados los delincuentes de la red.
China es uno de los países donde los delitos cibernéticos crecen desaforadamente. Hasta septiembre hubo un alza de esos fraudes de 80 coma siete por ciento con respecto al 2016, y estos datos fueron confirmados por la Fiscalía Popular Suprema del país asiático. Otras estadísticas de la entidad judicial mostraron un alza, además, de grupos organizados dedicados al fraude y las apuestas.
Lo más preocupante del tema es que, a pesar de que las autoridades judiciales de China le están dando seguimiento, se prevé un alza en ese tipo de delitos cibernéticos. Pero, por desdicha, China no es el único país que sufre ese flagelo. Ese es un mal generalizado en todo el mundo, incluso en naciones donde hay poco alcance a internet. Y no solamente es el fraude y la extorción, hay otros asuntos peores como la publicación de información falsa, o el esparcimiento de imágenes o videos íntimos de segundas y terceras personas. La creación de perfiles falsos para llevar a cabo todo tipo de engaño, entre otros aspectos negativos que se han esparcido por la red de redes.
Cada día me pregunto, a la larga, será un beneficio que cada día la ciencia y las tecnologías avancen más. O será que no estamos educados para convivir con ello. Lo cierto es que si seguimos haciendo un mal uso de estos adelantos terminaremos destruyéndonos física y moralmente.
