Rusia extiende sus tentáculos por Europa
En Europa se especula - y al mismo tiempo se crea inquietud - sobre una supuesta injerencia de poderes ocultos en Rusia, los cuales, según medios regionales se valen de cualquier crisis en el continente para desestabilizarlo. Se ponen ejemplos como la reciente tensión en Cataluña, los intentos de influir en las elecciones alemanas, en el referéndum holandés sobre Ucrania y en el Brexit.
La alarma se acrecienta por la actual situación en España, la Unión Europea (UE) observa, pero de lejos. Voces de la eurocámara aseguran que hay pruebas de la intromisión rusa en el proceso independentista de Cataluña, y lo argumentan con supuestos datos de inteligencia que confirman que al menos una parte de los hackers que promovían determinadas campañas online estaban en Rusia, mensajes subliminales, quieren decir ellos, lecturas entre líneas.
Quienes apoyan en la Unión Europea las medidas tomadas por España contra Cataluña, son los que llaman la atención sobre este tema, y aseguran que no son solo los pequeños países de la UE los que sufren ese intento de desestabilización por parte de Moscú, y alegan que el bloque regional ha llegado a esta situación desprevenidamente. Ese mismo grupo, enfocado en crear nuevas crisis, como si no bastaran las ya existentes, dan por hecho que el grupo Socialista en el Parlamento Europeo ha diseñado una estrategia para reforzar la defensa, con la ciberseguridad como uno de los principales objetivos.
Y creía yo que este tema por el momento solo se quedaba en la especulación y el debate; pues no, resulta que ya hay exigencias hechas a Bruselas para que tome medidas contundentes contra Rusia. Pero no es todo, diputados y expertos de más de 20 países han firmado una declaración que urge a la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, a actuar con más contundencia por casos como el catalán. El texto se denomina Declaración de Praga y los firmantes pertenecen en buena medida al Este europeo, quienes apoyan la premisa de que existen intentos de desestabilización por parte de Rusia. Y por si fuera poco, también firmaron académicos y analistas de Estados Unidos, es que el norteño país no puede estar ajeno a nada y menos si se trata de Moscú, ellos ya llevan la delantera en acusaciones de este tipo.
Y aquí todo tiene relación, y ahora pasa lo inverso, es la Unión Europea quien no quiere quedarse atrás, pues Estados Unidos sí investiga una intromisión en su democracia por parte de Rusia, mientras que en el viejo continente aun no se formaliza ninguna indagación.
En la Declaración de Praga se exige medidas como triplicar la capacidad del centro que ha constituido la UE para contrarrestar la propaganda rusa; una mayor cooperación entre los países europeos y la OTAN; y el incremento de los recursos de esa unidad europea contra la influencia rusa.
Todo eso es muy bonito, pero para que cada una de esas medidas se cumpla tendrían que reforzarlas los países miembros de la UE. Hasta ahora no se conoce de ninguna respuesta dada por Rusia, país que, por lo visto, tendrá que librar unas cuantas batallas al respecto.