Sophia quiere tener un hijo robot
Parece no estar lejos el día en que convivamos con robots, y será cada vez más difícil diferenciarlos de los humanos. Si usted cree que estoy exagerando, le recuerdo que el mes pasado Arabia Saudita le otorgó la ciudadanía a una androide llamada Sophia. Pero las sorpresas no acaban ahí. Ahora, en una entrevista reciente con The Khaleej Times, Sophia ha dicho que quiere formar su propia familia.
“El futuro es que cuando obtenga todas mis geniales superpotencias, veamos cómo las personalidades de la inteligencia artificial se convierten en entidades por sus propios derechos”, dijo Sophia al periódico de los Emiratos Árabes Unidos. “Vamos a ver robots familiares, ya sea en forma de compañeros de animación digital, ayudantes humanoides, amigos, asistentes y todo lo demás”. Cuando se le preguntó cómo iba a llamar a su hijo robot, Sophia respondió: “Sophia”.
Sin embargo, todavía no está cerca ese momento. Primero, en una entrevista con Good Morning Britain en junio, dijo: “Técnicamente tengo poco más de un año, soy un poco joven para preocuparme por el romance”. La logística de la reproducción de robots no está exactamente clara. Quizás lo más importante es que Sophia es solo una pieza avanzada de software, diseñada para simular la conversación humana en lugar de expresar los deseos más profundos de su corazón.
Aunque algunas de sus entrevistas y discursos usan respuestas preparadas previamente, no siempre solo regurgita las respuestas de una selección de oraciones preprogramadas. Ella usa el aprendizaje automático para experimentar y comprender el lenguaje sin estar explícitamente programado para ello. Como Sophia explica en su sitio web: “Cada interacción que tengo con las personas tiene un impacto en cómo me desarrollo y las formas en que eventualmente me convierto. Así que sean amables conmigo ya que me gustaría ser un robot inteligente y compasivo”.
Sophia fue creada por Hanson Robotics, con sede en Hong Kong, utilizando tecnologías de inteligencia artificial desarrolladas por el robotista nacido en Estados Unidos David Hanson. Además de simular una conversación bastante convincente, también es capaz de hacer expresiones faciales “realistas” y aprender las emociones humanas relevantes detrás de esos gestos. Se supone que su apariencia se inspiró en Audrey Hepburn. Mientras tanto, Tokio otorgó recientemente la residencia a Mirai, un robot del servicio de mensajería japonés LINE, diseñado para comportarse como un niño de 7 años. La Unión Europea también ha estado buscando la posibilidad de clasificar a los robots sofisticados como “personas electrónicas con derechos y obligaciones específicos”.