¡Adiós a los deberes escolares!
El debate legal sobre si se debe prohibir que los colegios envíen tareas para la casa a los alumnos continúa en buena parte del mundo. Mientras algunos países «avanzan» en tal sentido, otros prefieren mantenerse como hasta ahora. Ahora lo que sí es un hecho es que la discusión ya está instalada y en algunas naciones incluso hay leyes para regular este asunto. El caso más emblemático constituye el de Francia, donde desde 1956 se prohibió, a través de un decreto, que los colegios enviaran tareas escritas para la casa a los estudiantes de la educación primaria. Otro país que ha seguido sus pasos es Bélgica, donde el tema está sumamente regulado, por medio de numerosos decretos emitidos a partir del 2001, los cuales establecen cómo deben ser las tareas y el tiempo máximo que deben demandar a los estudiantes.
Otro caso más reciente es el del estado de California, en Estados Unidos, donde en el año 2009 se abolieron las tareas para los alumnos de primaria.
En Finlandia, país que ostenta los mejores resultados en educación, el tema no está regulado por ley, pero en la práctica las tareas son muy reducidas y no toman más de 10 ó 20 minutos diarios a los escolares.
En tanto, en varias naciones como España e Inglaterra, han aparecido movimientos «anti tareas», que buscan reducir la carga a los alumnos.
Y es que la humanidad, al parecer, ha dedicado demasiado tiempo y esfuerzo a las tareas escolares.
Y es que desde 1989 diferentes estudios revelaron que los alumnos aprenden más y de mejor forma cuando se encuentran dentro del salón de clases, además, todos los trabajos que se llevan como tarea para hacer en casa solo les restan tiempo que pudieran utilizar para llevar a cabo otras actividades que son muy importantes para su crecimiento tales como la socialización y el juego con sus coetáneos.
Otras investigaciones aseguran, además, que los deberes escolares afectan el carácter y la personalidad de los alumnos, en especial cuando se trata de niños y niñas, ya que el estudiar debe ser considerado como una actividad que les genere placer, donde los alumnos se vean motivados a aprender.
Y en lugar de eso, las tareas producen molestia en los infantes que cursan la enseñanza primaria, condicionándolos a no querer ir a la escuela.
Pero detectar este problema es bastante sencillo, al igual que solucionarlo.
Resulta muy importante que las tareas desaparezcan, inmediatamente, de todos los sistemas educativos oficiales, porque están contribuyendo a que los alumnos se vuelvan dependientes y flojos.
Y es que, la mayoría de las veces, las madres y los padres acostumbran a ayudar con las tareas a sus hijos y casi siempre terminan haciéndoselas. Eso sin mencionar aquello de que si no haces la tarea no puedes salir a jugar con tus amiguitos.
Entonces, si se eliminan las tareas escolares los estudiantes recuperarán su amor por el estudio y tendrán la motivación suficiente para ir a la escuela y aprender algo nuevo cada día.