El consumo reiterado de ibuprofeno puede causar impotencia sexual
Un equipo multidisciplinar e internacional de investigadores han realizado recientemente un estudio, publicado en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), cuyos resultado aseguran que el consumo frecuente del ibuprofeno puede disminuir la producción de testosterona y causar impotencia, afectando la vida sexual de los hombres.
El ibuprofeno está registrado como un medicamento antiinflamatorio utilizado frecuentemente para la fiebre, dolores de cabeza, muscular, dolores de la menstruación en las mujeres, artritis e incluso en su forma tópica, es utilizado para combatir el acné en adultos.
Para demostrar la hipótesis científica del estudio, los investigadores realizaron un ensayo clínico aleatorio y controlado mediante un método in vitro y explantes de testículos humanos adultos, tejidos vivos separados de su propio órgano y transferidos a un medio artificial de crecimiento. Los datos recopilados tras este análisis revelaron los efectos antiandrógenos de este tipo de analgésico en el hombre adulto, según destaca la revista. Estos efectos se caracterizan por prevenir o inhibir los efectos biológicos de los andrógenos u hormonas sexuales masculinas en las respuestas normales de los tejidos corporales a estas hormonas, lo cual provoca la disminución del deseo sexual o de la libido. El medicamento en cuestión provoca un estado de hipogonadismo compensado, un trastorno de las funciones del testículo prevalente en las personas de edad avanzada y asociado con desórdenes reproductivos, explicaron. Por este motivo los autores consideraron que el uso del ibuprofeno puede estar relacionado con problemas de la reproducción sexual masculina. Sin embargo se hace necesario continuar con el análisis de estos efectos en los hombres que consumen frecuentemente el ibuprofeno, realizando ensayos clínicos con pacientes para comprobar que las características antiandrógenas del medicamento.
Este es otro ejemplo de la importancia de practicar un cultura de la salud en este sentido, apoyándonos constantemente en nuestros médicos de cabecera, incluso en el consumo de los medicamentos más comunes. Por otro lado también refleja la necesidad y el compromiso que deben tener los médicos de mantenerse constantemente informados de estos avances en la medicina con el objetivo de garantizar una salud de calidad a sus pacientes, teniendo las herramientas adecuadas para poder ofrecerles el tratamiento adecuado.