La industria automovilística experimenta con personas
La industria automovilística alemanes una de las más famosas a nivel mundial, debido a la calidad de su vehículos. Pero recientemente se ha hecho noticia haber financiado experimentos en los que se hizo inhalar gases emitidos por motores diésel a monos y a seres humanos con el propósito de determinar los efectos que estos tienen sobre el sistema respiratorio y sobre la circulación sanguínea.
La industria automotriz en Alemania es una de las más competitivas y con mejor calidad a nivel mundial, pero también una de las fuentes de empleo más grandes del país, con una fuerza laboral de más de 747,000 (2009) trabajadores en la industria. Es por ello que cualquier cosa que suceda en ella se hará noticia de forma momentánea.
Pues lo que resulta polémico hoy es que la misma está bajo sospecha de haber financiado experimentos en los que se hizo inhalar gases emitidos por motores diésel a monos y a seres humanos con el propósito de determinar los efectos que estos tienen sobre el sistema respiratorio y sobre la circulación sanguínea, según informaciones que emitieron de varios medios alemanes. Se hablaba anteriormente de experimentos con monos, que sin lugar a dudas también generaron algunas reacciones por parte del público, pero lo que hizo explotar la noticia fue la presencia de los seres humanos.
Ante esto las investigaciones se llevaron a cabo encargadas la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte (EUGT, por sus siglas en alemán), entidad fundada por los consorcios automovilísticos VW, Daimler y BMW. Según publicaron medios del país los experimentos se realizaron en 2015 y un directivo de VW, actualmente detenido en EE.UU. por el escándalo de manipulación de datos de emisiones, habría llevado personalmente un VW Beatle al laboratorio. Las emisiones del coche fueron conducidas a una pequeña habitación donde se habían encerrado diez monos. En este momento, los mismos medios informan que la EUGT además encomendó investigaciones en las que seres humanos debían ser sometidos a inhalar dióxido de nitrógeno (NO2). Esto se realizó con el propósito de que los experimentos mostraran que los progresos técnicos las emisiones de motores diésel no tenían mayores implicaciones sobre la salud de los ciudadanos.
La noticia podría suponer un duro revés para la industria alemana de automóviles, que podría ver como varios de sus empleados se podrían plantear abandonar el trabajo porque estos experimentos ponen en riesgo su vida.