La «misteriosa» muerte de un koala en Australia
Cuando pienso en Australia siempre visualizo a sus koalas, esos tiernos y delicados mamíferos cuyo hábitat natural sobre todo, radica los bosques de eucaliptos situados en la Costa Este australiana. Estos lindos animales, junto a los canguros, constituyen el símbolo nacional de Australia. Y la noticia que nos ocupa esta vez tiene que ver con los primeros. ¿Me creería si les dijese que hubo alguien que arremetió contra uno de estos ositos de peluche? Pues sí. De hecho, las autoridades australianas abrieron una investigación para determinar las causas de la muerte de un koala que fue atornillado a un poste el miércoles pasado en un parque del Estado de Queensland, al este de la nación.
«No sabemos si el animal estaba muerto cuando lo clavaron o si se trata de una macabra broma», precisó el sargento de la Policía de Sunshine Coast, Darren Edwards.
Todo se descubrió cuando los servicios de rescate recibieron una llamada anónima donde se denunciaba la presencia de un koala herido en el mirador del parque Brooloo, a 145 km de la capital de Queensland.
Los rescatistas narran que cuando lo hallaron, el animal ya estaba muerto, con las extremidades clavadas alrededor de un poste, a unos 90 cm de altura sobre el suelo.
Además, el koala tenía golpes en la cabeza, posiblemente causados por un coche, según explicó Murray Chambers, cofundador de la organización Koala Rescue Queensland, en declaraciones al periódico The Sydney Morning Herald.
Pero un portavoz de la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad contra los Animales indicó al mismo diario que aún se desconoce si estas heridas causaron la muerte del marsupial.
«Este pobre koala fue atornillado a un poste. Se cree que murió a resultas de esto, pero se desconoce si lo estaba cuando fue atornillado, de manera cruel, a la estructura de madera», dice la organización Koala Rescue Queensland en su Facebook.
La foto de este desafortunado hecho fue compartida por 4 778 usuarios de las redes sociales y a ella han reaccionado más de 2,9 millones de personas, indignando a miles de internautas, que han calificado el acto de «asqueroso» y «diabólico».
Y no es para menos ya que estos marsupiales son una especie protegida en Australia desde el 2012 y menos de 100 000 ejemplares viven en su hábitat natural.
Cabe advertir que la pena máxima por maltrato animal en esa nación soberana de Oceanía consiste en siete años de prisión y multas que pueden llegar a los 252 300 dólares australianos, lo que sería 166 226 euros, una cifra que podría ser elevada para muchos, pero que es poco ante tanta crueldad.