La novela de los sin voz
Víctor Hugo fue un gran intelectual y académico de su época, considerado como uno de los más importantes escritores románticos en lengua francesa. Su obra abarca la literatura, la dramaturgia y la poesía, mientras que cubre también una gran diversidad temática con destacados textos como Notre-Dame de París, La Légende des siècles o La Légende des siècles. Pero no se puede hablar de Victor Hugo si no se menciona a su popular obra literaria de 1862 Les Misérables (Los Miserables), una de las novelas más conocidas de todos los tiempos, llevado a decenas de idiomas y además, su obra cumbre. Los Miserables, más que un libro, es casi una realidad llevada al papel, editada y después impresa: la realidad de la Francia de principios del siglo XIX contada a partir de la gente, del pueblo. De hecho los personajes protagónicos (Jean Valjean y Javertel inspector) están inspirados en personajes reales de Francia.
Los Miserables, más que un libro, es casi una realidad llevada al papel, editada y después impresa: la realidad de la Francia de principios del siglo XIX contada a partir de la gente, del pueblo. De hecho los personajes protagonistas (Jean Valjean y Javertel inspector) están inspirados en personajes reales de Francia.
Su autor, demostrando su exquisito dominio de la palabra, narra detalladamente a través de la historia y sin dejar de ser realista, la vida, las relaciones, los problemas y los sueños de varias personas de las clases más bajas de la sociedad durante un período de tiempo, siendo él la voz de los oprimidos.
La dura realidad del ex-presidiario Jean Valjean y sus múltiples obstáculos para finalmente llegar a ser un hombre libre, es el hilo conductor del relato, que simultáneamente aborda las historias de Fantine, una madre soltera que se prostituye para mantener a su hija Cosette, el inspector Javert quien persigue constantemente a Valjean para revelar su verdadera identidad y la relación amorosa de Cosette y Marius, un joven envuelto en la revolución de 1830 por sus ideales de progreso y libertad.
El texto, matizado por los diversos sentimientos de sus personajes, aborda temas personales; pero, a la vez, muy de todos como la sinceridad, el perdón, la resignación, la rebeldía, el amor en sus diversas maneras y los deseos de libertad plena de todos los hombres sin importar su clase social.
El autor pone mucho énfasis, quizás de manera implícita entre sus palabras, en la contraposición y la relación existente entre el bien y el mal y cómo se ve reflejado esto en las relaciones de poder y en las relaciones sociales y culturales a través de la historia francesa contemporánea vista a través del propio Víctor Hugo.
Leer esta novela es como vivir los momentos de desesperación narrados y sentir cada instante de los días de lucha, las muertes y la sangre de la Revolución Francesa de 1789, un escenario perfecto para contar las historias de vida de los oprimidos y para criticar la sociedad desde adentro.
Además,vivir junto a sus personajes principales esta aventura de sueños y amor, representa un disfrute desde el punto de vista técnico y estilístico en las manos del público por la descripción detallada de cada elemento significativo a la hora de comprender esta obra y este período de la historia francesa cuando la revolución acarreó muchos cambios en todos los sentidos de la vida.
Por su indiscutible popularidad a nivel mundial esta novela ha sido llevada al cine, a la televisión y al teatro en varias ocasiones, aunque alguna de estas versiones audiovisuales y teatrales no son muy fieles a la original, si han logrado plasmar la idea esencial de lo que quería transmitir Víctor Hugo con sus palabras, e incluso han acercado esta obra universal al público más joven que prefiere conocer las grandes historias de la literatura a través de imágenes, que a través de las letras.
La historia concluye cuando ya han fallecido varios de sus protagonistas y cuando está muriendo el personaje principal, Jean Valjean, quien deja la vida abrazado de la joven pareja Cosette y Marius, considerándolos como hijos y lleno de dicha y felicidad. Mientras, la vida continúa y los desposeídos continúan la lucha contra la tiranía y por la libertad.
Este clásico de la literatura es considerado como una defensa a los oprimidos en cualquier tiempo y lugar; y pienso que precisamente esto es lo que siempre quiso Víctor Hugo que llegaran a ser sus palabras cuando las escribió hace más de un siglo y medio: un canto a la libertad de los más pobres, de los sin voz, de los dominados: de los miserables.