Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

viernes, 26 de enero de 2018

La teoría racial, una triste influencia

Por Janet Rios

Por encima de la influencia que la Antropología Física ha ejercido, se encuentra el intento de incluir en la teoría racial, factores de tipo social como la sociabilidad, las necesidades, y las costumbres. En los estudios realizados por Gobineau, la composición racial determina todos los problemas importantes de la historia, haciendo que se perciba en su justificación del concepto degeneración. Aunque no se hace referencia a la interracialidad, sino que se habla de cruces de razas, es indiscutible la percepción de este fenómeno, como negativo, porque piensa que conlleva al fin de la civilización. Su teoría elabora un discurso evolucionista que contrario a todos sus contemporáneos, (Spencer, Comte o el mismo Marx) apuesta por la decadencia de la especie humana como resultado del cruce racial. De ahí, que si se tiene en cuenta el impacto que tuvo esta obra, sobre todo posteriormente a la muerte del autor, se entenderá por qué trascendieron las ideologías de pureza racial que consideraban fatal la interracialidad.

El Darwinismo Social, escuela sustentada en las concepciones de Herbert Spencer (1820-1903), con autores como Ludwig Gumplowics (1838-1909), facilitó el enfoque discriminatorio contra aquellos que no favorecían el desarrollo de la sociedad y cuya eliminación aceleraría la competencia libre por los medios de subsistencia constituyendo un obstáculo para el desarrollo del capitalismo. La naciente Economía Política con su postura laizzes-faire, justificaba las desigualdades que manejaba esta escuela como naturales, y por tanto propugnaba ese liberalismo como marco de desarrollo para la competencia. La idea de progreso tendría incorporada la de supervivencia de los más aptos a través de la selección natural.

Dentro de la corriente Darwinista, la escuela Eugenésica que abogaba por la perfección humana (que se veía sobre todo a través de una blanca perfección), influyó en los lineamientos de muchas de las políticas sociales durante finales del siglo XIX y la primera mitad del XX. La historia recoge dos perspectivas dentro de esta escuela, una positiva que enarbola el fomento potencial educativo de individuos especialmente adaptados, y la negativa que apuntaba hacia la necesidad de restringir la educación en aquellas particularmente inadaptados, siendo esta la influencia para movimientos como el nacismo. Sir Francis Galton (1822-1911) fue uno de sus máximos representantes, incluyendo las reflexiones sobre la problemática racial en los estudios sobre reproducción entre individuos ―competentes y no competentes‖.

En esta misma línea de relación entre lo físico y lo social, la Criminológica, en la determinación de las causas tanto personales como sociales del comportamiento delictivo aparece como una teoría, para fines del XIX promulgada por el italiano César Lombroso (1835- 1909), que afirmaba que los delitos son cometidos por individuos a partir de que presenten rasgos físicos hereditarios y reconocibles que según, este autor determinaban este comportamiento. Su teoría culpaba entre otros a los negros, pues tenían un mayor porcentaje de delincuencia sobre los blancos de manera histórica. Los prejuicios raciales fueron argumentos manejados por esta escuela, sin entender que existen condiciones socio- estructurales y aspectos económicos, su lugar de procedencia y personalidad, que influyen en lugar de la pigmentación de la piel, cuando de conductas delictivas se trata.

Desde el siglo XVII, las reflexiones alrededor de la problemática racial, han estado dirigidos fundamentalmente por perspectivas naturalistas donde lo físico se imponía como elemento central. Esto ocurría bajo los preceptos que evolucionaron desde posiciones en las cuales el tratamiento del tema era eminentemente antropológico, hacia otros donde lo natural y lo social se identificaban, hasta llegar a pensadores como Gobineau donde se encuentra ya la idea de que en la perspectiva racial no puede subestimarse su trascendencia social.

A finales del XIX y principios del XX se inician reflexiones donde el aspecto físico, perderá notoriedad, y con el advenimiento del siglo XX, el análisis de la temática racial desde las Ciencias Sociales se desplaza de los enfoques naturalistas ya descritos hacia el debate de las relaciones raciales entre los grupos y en el entorno sociocultural que las fomenta.

La cultura estadounidense, no escapó al influjo del tema racial. El departamento de Sociología de la Escuela de Chicago, asumió estudios acerca de temáticas raciales, como complemento de las investigaciones sobre los conflictos de la ciudad convertida en escenario de grandes fenómenos sociales; (…) sus intereses principales giraban en torno a cómo lograr de forma pausada y coherente una integración nacional que superara las múltiples contradicciones políticas, raciales, económicas y étnicas. Es a partir, de la contribución del Interaccionismo Simbólico, como corriente al interior de esta escuela, que el debate racial se inclina a ver, no solo cómo el aspecto biológico repercutía en las relaciones sociales, sino cómo este tenía un significado social que permeaba dichas relaciones. La raza comenzará a verse como un concepto de similar importancia epistemológica que la idea del hombre marginal que tiende al acto delictivo.