Las encías, una puerta abierta hacia el cáncer de estómago
Un equipo de científicos de los Estados Unidos ha demostrado que las infecciones de las encías podría elevar el riesgo a desarrollar lesiones en el tracto digestivo, las cuales podrían ser las precursoras del cáncer estomacal, que normalmente ataca el esófago y el intestino delgado, causando cerca de un millón de muertes en el mundo en la actualidad.
El experimento realizado por los especialistas con el objetivo de demostrar la hipótesis anterior, se concentró principalmente en la enfermedad periodontal, infecciones bucales graves que causan las bacterias de la placa dental. La búsqueda se realizo en treinta y cinco personas con lesiones pre cancerosas: células anormales o úlceras en el tracto digestivo, donde el cáncer podría ser más viable en el organismo que en el tejido normal. Los investigadores compararon los resultados de este examen con los de otro grupo de control que no setenta personas que no presentaban estas condiciones de salud, según se expresa en el informe del estudio publicado en la revista Journal of Periodontology.
El estudio concluyó que 32% de los pacientes con lesiones premalignas (LGP) tuvo el tipo de sangrado en las pruebas dentales propios de enfermedad periodontal, comparado con un 22% del grupo de control. Los especialistas consideran que con el objetivo de arribar a conclusiones más certeras, es necesario contar con una muestra representativa mayor que la de este estudio y de igual forma tener en consideración otras patologías y condiciones de salud que también pudiesen estar influyendo en el diagnóstico.
La realidad es que es necesario tanto para los pacientes como para la comunidad científica y la humanidad en general, continuar investigando las posibles causas de las distintas modalidades de cáncer que se sigue manteniendo en los primeros lugares de causa de muerte en numerosos países del mundo. En ocasiones los médicos no pueden ofrecer una explicación concreta de por qué se suceden estas enfermedades y su característica más peligrosa es que no discrimina ni por sexo, ni por edad, ni por ningún criterio específico, por lo que es de urgente necesidad continuar investigando y analizando sus causas, así como sus tratamientos, con el objetivo de establecer una política de prevención que contribuya a disminuir las estadísticas en este sentido.
