Los millennials, obsesionados con la autoayuda
Para dividir los grupos etarios, los especialistas se basan, en el caso generacional, por características culturales y de identidad, además de por un periodo de tiempo. En este caso, la llamada Generación Y, los nativos digitales o millennials, son aquellos que nacieron entre el 1980 y 1995 y que tienen entre sus características identitarias una personalidad crítica, preponderancia en la cultura, un pensamiento estratégico, son más sociables y tienen una actitud de ubicuidad, el querer estar atentos a varias cosas al mismo tiempo, algo que se les facilita por la tecnología. Los millennials dan gran importancia a su autonomía y libertad, y por su ideología creen que todos deben tener su propia opinión, y que esta debe ser escuchada y respetada independientemente de su edad o experiencia.
Además, continuando con los rasgos comunes, si bien a las generaciones anteriores les faltó cierta apertura para hablar de sus emociones más profundas en una etapa en la que la salud mental y espiritual no estaba en foco, para la Generación Y esta realidad es bien diferente.
Esta también es llamada «generación de la inteligencia emocional» y tienen como una de sus prioridades el autoconocimiento y la búsqueda de bienestar. Comparados con otras generaciones, aquellos que hoy están entre los 20 y 30 años ven de manera más natural la posibilidad de pedir ayuda psicológica y recurrir a terapias para hacer frente a sus miedos e indagar en sí mismos.
Ahora, algunos especialistas se preguntan si los millennials están demasiado obsesionados con el autoayuda. Según la psicóloga Nathalie Theodore, quien se desempeña en Chicago, los libros de autoayuda son recursos increíbles, pero puede que haya personas que estén leyendo demasiado de este tipo de literatura y advierte que leer un consejo tras otro puede provocar más confusión que claridad y alivio. Considera que los jóvenes pueden llegar a volcarse demasiado fuera, a buscar las respuestas en algo exterior que les digan cómo proceder en lugar de intentar encontrarlas dentro.
Los millennials son una generación que se preocupa de veras por mejorar y salir adelante. Para la psicóloga Elizabeth Lombardo, estos jóvenes son mucho más exigentes consigo mismos y, cuando se convierten en padres tienden a juzgarse de forma bastante severa. Es por ello que se asume que, los hijos de esta generación asistirán a terapia a edades cada vez más tempranas.
Lombardo, quien se desempeña como coach, entiende que, aunque la terapia psicoanalítica puede ser muy beneficiosa, en ocasiones puede enfocarse excesivamente en lo negativo, e incluso, ciertas terapias tradicionales pueden generar cierta dependencia por parte del paciente.
En ese sentido, determinadas terapias funcionan más como un bastón imprescindible para caminar, que como una herramienta de crecimiento personal. Por lo que el paciente suele sentir una sensación de estancamiento, algo que mina la confianza y la seguridad en sí mismo.
Si tenemos estos factores en cuenta, quizás resulte acertado buscar un equilibrio entre el afán desmedido por mejorar y ser productivo, pues esto podría derivar en una conducta muy autoexigente y provocar también el aumento en los niveles de ansiedad y estrés.
Aunque esto no quiere decir que la búsqueda de crecimiento personal y la reflexión con respecto de nuestros pensamientos y actitudes sea cuestionable, más bien todo lo contrario, pues este camino llevará sin dudas a todas las generaciones a vivir de forma más armoniosa consigo misma y con el mundo.