Un "globo" salvador
Un estudio divulgado por investigadores de la Universidad Case Western, de Estados Unidos, dio a conocer el diseño de un globo digestible que ofrece la posibilidad de detectar de forma no invasiva el riesgo de cáncer de esófago. Los científicos asumieron el proyecto teniendo en cuenta que la mayoría de las técnicas existentes para la detección de esta enfermedad son muy invasivas, como la endoscopia.
De ahí que el equipo desarrolló una prueba ambulatoria fácil que se realiza en cinco minutos, y es más del 90 por ciento sensible, para detectar el esófago de Barrett (BE), precursor del carcinoma esofágico (EAC).
Lo ingenioso de la innovación es que consiste en una cápsula pequeña, solo un poco mayor que una aspirina, que contiene un globo y se conecta a un catéter para inflarla una vez que llega al estómago, explica la publicación enScienceTranslational Medicine.
Para los pacientes el procedimiento es muy sencillo, pues solo ingieren una especie de píldora vitamínica que limpia el esófago, se convierte en un globo y luego es extraída por la boca para realizar los análisis de ADN que permiten llegar a un diagnóstico.
Helen Moinova, líder del equipo de investigación que produjo el método diagnóstico, explicó que identificaron, durante la secuenciación de todo el genoma, dos genes, VIM y CCNA1, que cada uno se modifica químicamente por la metilación del ADN en esófago de Barrett.
Por su parte AmitabhChak, académico que dirigió un ensayo clínico en el que se analizaron 86 personas utilizando el dispositivo de balón esofágico tragable, señaló que en el propósito de la detección temprana de BE parece cumplir con las expectativas, pues los pacientes toleraron bien la prueba.La mayoría señaló que se repetirían ese tipo de examen y que lo recomendarían a otras personas, lo cual es un primer paso para que acudan a las consultas a solicitarlo de forma preventiva.
De acuerdo con Moinova los hallazgos muestran que los resultados reunidos por el balón no endoscópico junto con pruebas moleculares de los biomarcadores VIM y CCNA1 metilado demuestran que esta prueba de detección de BE simple, no invasiva, segura y precisa, es eficaz.
Parece entonces que el cáncer de esófago tendrá a partir de ahora un curso distinto, pues con un mejor diagnóstico, habrá tratamientos cada vez más oportunos que ayuden a ganarle la guerra al cáncer, esa pandemia que amenaza a la humanidad.
