Una tercera dimensión más “saludable”
La industria de los medicamentos cada vez más se interrelaciona con las nuevas tecnologías, pero esta vez el resultado podría ser muy provechoso para facilitar y ampliar el acceso a la producción de productos farmacéuticos. Científicos británicos son los protagonistas de la creación de un sistema de impresión 3D y análisis químico de medicamentos más barato y rápido que los métodos tradicionales, de acuerdo con información publicada este lunes por la revista Science.
Investigadores de la Universidad de Glasgow, en Escocia, son los autores de la nueva técnica, la cual, según palabras de la profesora Lee Cronin, miembro del equipo que lo desarrolló, constituye un sistema que “cambiará la forma en que fabricamos sustancias químicas finas, y posiblemente medicamentos”.
Hoy la producción de medicamentos requiere pasar por diversos procesos donde es preciso que los compuestos sean estabilizados y aislados, lo cual esta innovación facilita con la misma eficiencia que en la actualidad lo hace la industria química tradicional, explicaba Lee Cronin.
Según el reporte de la revista Science, las plantas centrales de fabricación de medicamentos son costosas de mantener y reutilizar luego para la producción de diferentes medicamentos, un aspecto en el cual se enfocó la creación de los científicos británicos y que para ellos resulta crucial.
El nuevo sistema tiene entre sus ventajas fundamentales que produce un modelo personalizado para la síntesis de fármacos utilizando simples módulos de plástico que pueden ensamblarse fácilmente en el sitio, a bajo costo.
Luego, a partir de la utilización de un software diseñado para ello, se identifican las reacciones químicas y los procesos necesarios para cada producto farmacéutico en particular, para pasar a crear las cámaras y los componentes ideales con una impresora 3D, cuyo costo aproximado es de dos mil dólares, lo cual es realmente económico si se compara con la tecnología y recursos tradicionales.
Justamente el abaratar los costos de producción es una de las ventajas del novedoso método, mientras que sus creadores señalan otros beneficios como el acceso universal a los medicamentos y una distribución más eficiente de los mismos.
Por lo pronto los investigadores ya han probado la capacidad del sistema para producir baclofeno, un relajante muscular, y descubrieron que podían usarlo para preparar el medicamento con solo tres pasos muy sencillos.