El adiós a Forges
Antonio Fraguas de Pablo, popularmente conocido como Forges, y quien mejor retrató el último medio siglo de la historia de España, murió en la madrugada de ayer en Madrid, víctima de un cáncer de páncreas, que le aquejaba desde hace tiempo. Desde sus comienzos en el diario Pueblo, en 1964, a sus últimos tiempos en el El País, publicación donde trabajó sin descanso los últimos 23 años de su existencia, plasmó con ternura e ironía (dos elementos difíciles de conciliar) la evolución de toda una sociedad. Y además supo crear personajes imperecederos como el matrimonio formado por Concha y Mariano, Romerales o sus obstinados náufragos, entre otros muchos.
También fue el ingenio detrás de una jerga propia, llena de términos, como «muslamen» o «bocata», vocablos que saltaron de sus dibujos al lenguaje popular e incluso fueron incluidos luego en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Pero antes de hacerse grande Forges tuvo una historia. Este hombre nació en la capital española el 17 de enero de 1942, fue el segundo de una familia numerosa y a los 14 años se inció en la Televisión Española, medio donde comenzó a dibujar y descubrió su verdadera pasión.
Ahora, hacia 1964, publicó su primera viñeta en la prensa nacional, y después colaboró en las principales revistas de la época hasta que, el 25 de junio de 1995, comenzó a publicar en las páginas de opinión de El País donde se mantuvo hasta su muerte.
Pero lo mas destacable de Forges, además de su constancia y talento, radica en el hecho de que las temáticas de sus viñetas supieron adaptarse a las transformaciones de la sociedad española, algo que no todos los dibujantes pueden lograr.
Por otro lado, y como si no bastase, este humorista gráfico fue autor de numerosos libros, dirigió dos películas y varias series televisivas.
Por todo ello recibió múltiples premios y condecoraciones, como la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en el 2007, el Premio Nacional de Periodismo, el Premio Latinoamericano de Humor Gráfico Quevedos en el 2014 y el doctorado honoris causa de las universidades Miguel Hernández de Elche y Alcalá de Henares. Eso sin mencionar la colección de sellos con sus viñetas que se imprimió hace cuatro años.
No obstante, y para que tengan una idea, de que tanto este profesional estuvo a la altura de todos los tiempos les cuento que en los últimos años Forges abrazó con locura el Internet y las redes sociales. De hecho, era el colaborador de El País con más seguidores en la red social Twitter (más de medio millón). En ocasiones, incluso llamaba al teléfono de la mesa digital del periódico para arreglar errores o sugerir y estas llamadas siempre concluían con el cálido mensaje de «aquí un amigo», uno que, desafortunadamente, se nos fue.