Las cuentas se retrasan
La falta de acuerdo y los ataques de su socio preferente, Ciudadanos, no frenarán a Mariano Rajoy en su objetivo de presentar los Presupuestos Generales del Estado de 2018. El presidente del Gobierno ha dado su confirmación en Bruselas que antes de Semana Santa el Consejo de Ministros dará luz verde al proyecto, con varios meses de retraso, eso sí. Se repetirá el calendario del año pasado, para que las cuentas públicas estén aprobadas en el Congreso definitivamente en junio.
Hasta ahora había dudas sobre la intención real del Gobierno. Desde la oposición, incluso, se le acusaba de incumplir la Constitución por no presentar un proyecto. Pero Rajoy ha sido hoy más claro que nunca: antes del 25 de marzo, día en que ha marcado el inicio de la Semana Santa, el Gobierno aprobará las cuentas.
Queda lo más difícil, llegar a un acuerdo, pero Rajoy ha confiado en que durante la negociación posterior se produzca un acercamiento. Y también contempla el hecho de que se alcance la normalidad en Cataluña, y eso permita al PNV un acercamiento al Ejecutivo.
Fuentes del Gobierno han confirmado a la prensa española que si el acuerdo no se alcanza y el Congreso acaba tumbando el proyecto, continuarán prorrogadas las cuentas de 2017, prorrogadas desde el 1 de enero. Pero han descartado un adelanto electoral como consecuencia de esa derrota.
El Gobierno está decidido a presentar los Presupuestos. Eso no quiere decir que logre sacarlos adelante. En ese caso, si fracasa al tratar de reunir los apoyos, el Ejecutivo de Mariano Rajoy tirará de plan b: aprobará varios decretos para impulsar algunas políticas que no pueden quedar congeladas por la parálisis política. Además, los decretos le servirían para retomar la iniciativa política. El Gobierno cree que sería más fácil sumar los apoyos para sacar adelante estos decretos que para los Presupuestos Generales del Estado.
Entre las iniciativas que se aprobarían a través de los decretos figuran la subida del sueldo de los funcionarios. Hacienda está a pocos pasos de alcanzar un pacto con los sindicatos de función pública a cambio de una mejora salarial del 8% repartida en tres años. El ministerio también permitiría aumentar las plantillas de los sectores esenciales por primera vez desde la crisis. Y también la jornada laboral de 35 horas en algunos sectores.
Además, Rajoy ha negado que vaya a relevar a Luis de Guindos en el Ministerio de Economía este fin de semana, como quería el ministro. El presidente ha dejado entrever los requisitos que tendrá que tener quien le sustituya: competencia, capacidad de trabajo e ilusión. Pero por sus palabras puede deducirse que podría ser alguien muy cercano al equipo económico actual, ya que ha subrayado que debe conocer perfectamente los temas que están sobre la mesa ahora mismo, y no tener que estudiárselos de nuevas.