Millennials, un mar de indefiniciones
Los nativos entre los años 1980 y 2000, del mismo modo llamados generación Y o Peter Pan. Según expertos son seres digitales, quienes designan la tecnología como una extensión de su cuerpo, adiestrados en el uso de dispositivos y en esa conducta “multitasking” que lo convierten en nomófobos. Este grupo está caracterizado por la adicción a las aplicaciones, donde la competitividad y la sociabilidad se hacen extrema de carácter creciente, asimismo las enfermedades y cambios en la salud parecen encajarles como anillos al dedo. Han sido eje de estudios antropológicos que los caracterizan sin detallar, dentro de determinadas características que los diversifican de sus precedentes.
No solo este grupo es víctima de ansiedad, la preocupación persistente y excesiva, sino que están propensos a desencadenar esta conducta en un 30 por ciento más que la generación primera. En diversos casos ocurre que la ansiedad no se manifieste de forma severa, sino llegándole a causar barreras en el plano profesional o en la vida diaria. Debido a esto, especialistas consideran el tratamiento más profundo que requieren intervención señalizada. Un ejemplo señalado es el extenso nivel de edad de adictos a Internet actualmente.
Estudios realizados demostraron que los millennials presentan un gran alto nivel de estrés que conllevan al padecimiento de enfermedades gástricas llevadas de la mano con variación de la presión sanguínea y la baja tolerancia al infortunio. Resultados revelaron, que las preocupaciones están, en su gran mayoría relacionadas con el dinero, sin dejar pasar por alto el hecho de quedarse en casa, la cual no es más que una tendencia en auge entre os jóvenes de la sociedad.
Por otro parte la distimia no se queda atrás, la cual es una forma de depresión prolongada. Se destaca en la gran necesidad de aprobación grupal, la disminución de la autoestima, habituales manifestaciones de desesperanza, malos hábitos nutritivos, muestran fatiga. La distimia se observa cada vez más en jóvenes menores de 30 años. Estos son elementos que si alcanzaran tiempo vigente, recibirían la ayuda de un profesional encargado del tema.
Un aspecto importantísimo es la fatiga visual, la cual es un mal que aqueja a los jóvenes debido a las extensas horas desmedidas frente a los dispositivos y pantallas, hábito conservado desde la infancia, el cual hoy se mantiene como uno de los grandes trastornos. Sus síntomas son cansancio, dolores en el cuello, la cabeza y la espada, molestias oculares, visión borros y lagrimeo. Estas variaciones con origen de la intervención y pautas para amortiguar a los efectos de las pantallas sobre los ojos, que inician una simple pausas definidas y en casos extremos limitaciones.
Vale la pena resaltar que un estudio realizado por el Instituto Nacional de Cáncer de EE.UU señaló que los tumores malignos en colon y recto han avanzado significativamente en la población joven. Según, observaciones, esta realidad quedaría combinada a los cambios en los condiciones de vida en los que el eminente consumo de carnes rojas y de alcohol son concluyentes, igualmente del poco consumo de fibra, el sedentarismo, la gordura y el más significativo, el tabaquismo que tanto perturba en la actualidad. El estudio comprobó que los nativos después de 1989 duplican el riesgo de sufrir cáncer de colon y cuatro veces más de sufrir cáncer rectal, al compararse son los nacidos en años anteriores, específicamente con el acontecimiento de estos males en las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta.
Quedó demostrado además que el acontecimiento de cáncer de colon ha aumentado cada año casi el 2 % en adultos entre 20 y 39 años desde los años 80 en adelante. Con el agravante de que los tumores de recto fue del 3% en los adultos menores de 30 años desde 1974. Estas enfermedades redujeron en mayores de 55 años. Los especialistas gastroenterólogos enfatizan que en jóvenes que muestren cambios en hábitos intestinales, diarreas o estreñimiento, sangrados rectales o dolor, urge la evaluación y en casos señalados, un mejoramiento con examen endoscópico.
Esta generación requiere cuidados, pues demanda identificación y nuevos valores que se evolucionan en un componente interesante desde el punto de vista epidemiológico, al tema de diversos estudios que evidencia que existen males propios, que usados por la misma mano, los dislocan, de tal manera que haya valido la pena poder tratar algunos de ellos. Por su parte, son personas que se adaptan fácil y rápidamente a los cambios, en fin un mundo lleno de indefiniciones.
