Un Picasso muy particular
La cerda «Pigcasso», bautizada así en honor al pintor español Pablo Picasso se convirtió en el primer animal en tener su propia galería de arte y, además, en vender los cuadros que pinta por el precio de unos 1 000 euros cada uno. Rojo, verde, azul o amarillo son algunos de los colores que esta gorrina africana prefiere para desarrollar este atípico arte porcino, que algunos críticos ya han elogiado. Pero antes de comenzar a pintar «Pigcasso», vivía en una empresa cárnica sudafricana, matadero de donde fue rescatada por Joanne Lefson, activista y fundadora del refugio Farm Sanctuary en Ciudad del Cabo, en la propia Sudáfrica.
A partir de entonces y, con el tiempo, empezó a jugar y a interesarse por los lápices y pinceles de su dueña, quien contó a la revista National Geographfic que estos objetos eran lo único que la cerdita no se comía.
Fue en ese momento que Lefson se percató de su afinidad con la pintura y comenzó a entrenarla con refuerzos positivos, o sea, comida a cambio de trabajo bien realizado para que siguiese sosteniendo los pinceles con su boca y experimentado en el lienzo.
Ahora, cabe aclarar que Lefson no la obliga pintar y que la **** «lo hace cuando desea».
A su vez, y con sus 200 kilos de peso, esta joven cerdita realiza sus obras pictóricas lo mismo en el interior del estudio del refugio que en los exteriores. Eso sí, siempre con colores llamativos y con trazos que reflejan una gran energía.
La curiosa historia de «Pigcasso» ha cautivado a varios medios de difusión y a los usuarios de las redes sociales, donde su dueña gestiona su propia cuenta de Instagram y muestra vídeos del proceso creativo del animal.
Pero ha ido más allá ya que el mes pasado se inauguró su primera exposición, llamada Oink! Dicha expo, tras pasar un tiempo en su ciudad natal se trasladará a otras ciudades europeas como París, Londres, Berlín y Ámsterdam. Y la recaudación de las ventas de sus obras, disponibles en su sitio web o en la propia exposición, servirán para financiar el refugio donde vive y concientizar al público del impacto medioambiental que tienen algunas explotaciones cárnicas.
Igualmente, cabe mencionar que el caso de «Pigcasso» no es el único que existe en el mundo animal pues otros mamíferos como los monos, rinocerontes y aves como los pingüinos han manifestado habilidades artísticas si se empleaban con estos «refuerzos positivos».
No obstante, el hecho de que esta **** rosada o estos otros animales obtengan un refuerzo positivo para pintar no «resta a la calidad de sus creaciones».