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martes, 27 de febrero de 2018

Una peculiar forma de organización

Por Gabriela

Tal vez escuchaste mencionar el término de flashmob por primera vez tras el protagonizado en el 2009 por la popular presentadora de televisión estadounidense Oprah Winfrey y The Black Eyed Peas. En esa ocasión, el grupo musical interpretó el hit “I gotta feeling” en una avenida de Chicago para la presentación de la temporada 24 de show de Oprah.

Mientras la música sonaba, 20 mil personas bailaban al unísono, pero ¿cómo pudieron organizarse tantas personas?

Realmente, solo 800 personas se aprendieron la coreografía, mientras que las demás lo hicieron a través de videos subidos en las redes sociales, y esa es una de las características de los flashmob: la acción colectiva y organizada en un lugar público como apoyo a una causa determinada, y no dura más de diez minutos.

La palabra proviene de la suma de los términos flash, que es destello, y mob, que es multitud, por lo que al traducirlo de manera literal el resultado sería multitud instantánea, y los detalles para su “puesta en escena” se comparten a través de mensajería, correos electrónicos e Internet.

De acuerdo a los estudiosos, este fenómeno se inició por la década de los 2000, con la publicación del libro “The Next Social Revolution”, en el cual su autor, Howard Rheingold, predijo que las personas comenzarían a utilizar las nuevas tecnologías de comunicación para organizarse por sí mismos.

A partir de ese momento, comenzaron a darse los primeros flashmobs, aunque algunos de ellos fueron un fracaso. Uno de los más virales a través de Youtube fue el realizado en el 2008 en la estación de tren Grand Central de Nueva York (EEUU).

Esta tendencia puede ser catalogada de acuerdo a su uso: smartmobs (persiguen un objetivo social o político), dance flashmob (se baila una coreografía previamente acordada), absurdmobs (buscan alterar el orden social con gestos y acciones absurdas), y los falsos flashmobs (es simulado utilizando marcas para campañas de publicidad).

A pesar de que tienen que ver con el entrenamiento y la expresión artística, más que con otro tipo de protestas o concentraciones políticas, su popularidad ha permitido su uso con fines publicitarios.

El más reciente ocurrió en América Latina, cuando el ex integrante de la banda los Tigres del Norte en las afueras del Senado de México, como parte del Foro “Yoga en la Educación”.