Antidepresivos y embarazo, una combinación fatal
Cualquiera se automedica con un antidepresivo ante una crisis de estrés, o de insomnio, o de tristeza temporal. Lo terrible es cuando esa persona está embarazada, y sabiéndolo o no, es un riesgo para ella y su bebé. No pocos científicos aseguran que los antidepresivos administrados en esa etapa de la vida de la mujer duplican el riesgo de los defectos de nacimiento en el bebé. Y no es digno de asombro, pues siempre se ha hablado que durante la gestación, la mujer debe hacer un uso racional de los medicamentos porque es peligroso para el bebé.
Cualquiera se automedica con un antidepresivo ante una crisis de estrés, o de insomnio, o de tristeza temporal. Lo terrible es cuando esa persona está embarazada, y sabiéndolo o no, es un riesgo para ella y su bebé.
No pocos científicos aseguran que los antidepresivos administrados en esa etapa de la vida de la mujer duplican el riesgo de los defectos de nacimiento en el bebé. Y no es digno de asombro, pues siempre se ha hablado que durante la gestación, la mujer debe hacer un uso racional de los medicamentos porque es peligroso para el bebé.
Entre esos peligros se mencionan los cambios cerebrales del bebé, y fue corroborado por científicos estadounidenses, quienes analizaron el órgano central del sistema nervioso de 16 recién nacidos de gestantes que utilizaron inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) como antidepresivos.
Además examinaron a 21 bebés de mujeres con depresión sin controlar durante el embarazo y 61 de ellas sin ese padecimiento. Al final, constataron que los hijos de las mujeres que consumieron esas tabletas tenían más grande las regiones cerebrales encargadas de procesar emociones que las de los otros dos grupos.
Se necesitan más estudios para precisar los resultados pero el cerebro fetal se afecta, y es preferible evitar el riesgo.
Un estudio realizado en Quebec con más de 18 000 mujeres entre 1998 y 2009 puso en evidencia que más de 3 000 tomaron este tipo de medicamentos. Hasta el 10 por ciento tuvo complicaciones con defectos de nacimiento, lo que equivale al doble de la tasa en comparación con las mujeres que no tomaron los medicamentos.
No es fácil diagnosticar la depresión pero es vital encontrar una alternativa para la futura madre que no ponga en riesgo la salud del bebé. En ese momento de su vida, lo más importante no es ella, sino el fruto de su vientre.
