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lunes, 30 de abril de 2018

Cero distracciones para aprender mejor

Por Aisha

¿Se concentraría usted en un local inundado de carteles, murales, fotos, colores y otros artilugios? ¿Prestaría la suficiente atención al conferencista o a quien sea que le hable si su mirada se desvía hacia cualquiera de esas distracciones? Pues a un niño le sucede igual. Por eso, una reciente investigación desarrollada por un equipo multidisciplinario parte del principio de que si el aula está muy decorada, los infantes no asimilen bien del todo sus conocimientos.

Pudo ser comparada la afirmación a partir del estudio con niños que estudian en aulas sin tanto colorido.

Claro que se emplean en determinados grados de enseñanza elementos que apoyen el aprendizaje, como por ejemplo mapas, dibujos, líneas de números y otras formas o materiales. Pero cuando es excesiva, el aprendizaje de los alumnos se perjudica.

El estudio se realizó en la Carnegie Mellon University y fue el contexto para analizar si las pantallas y objetos del aula afectan a la capacidad de los niños. Se evaluó si la atención se afectada, si era difícil mantenerla, y si las distracciones, por pequeñas que fueran, eran necesarias.

Fueron 24 estudiantes de un jardín de infancia los que se escogieron para realizar la investigación. Se ubicaron en aulas a modo de laboratorio durante seis lecciones introductorias a la ciencia y sobre otros temas con los que habitualmente no se relacionan.

Se impartieron tres lecciones en un aula con mucha decoración, mientras que las otras tres tuvieron lugar en otras aulas con menos objetos. Los pequeños pudieron aprender en los dos locales pero el aprendizaje fue mejor en la que había menos decoración.

El comportamiento en el aula también manifestó una estrecha relación con las decoraciones. Sin embargo, no se trata de eliminar todo elemento decorativo, sino de emplear aquellos que son los más importantes.

Los teléfonos móviles son, por ejemplo, de las distracciones más frecuentes en las aulas en la actualidad. Realmente se requiere de una medida drástica que permita que los alumnos no pierdan la concentración en aquello que está fuera de lo más importante en el momento de aprender.