Cifuentes, entre el escándalo y el acoso
La presidenta del gobierno regional de Madrid, desde 2015, del gobernante Partido Popular de Mariano Rajoy, se vio obligada a renunciar, luego del destape de la falsedad de su maestría, pero lo que realmente demolió su estatus fue la propagación de un vídeo, de 2011, donde se grabó cómo había robado dos cremas faciales, algo que ella asumió luego como un error del pasado.
La presidenta del gobierno regional de Madrid, Cristina Cifuentes tuvo que renunciar luego de que saliera a la luz un video en el que aparecía atrapada robando dos frascos de crema facial hace siete años. Cristina Cifuentes, una de las figuras más destacadas del conservador Partido Popular (PP) liderado por el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, había estado bajo presión para renunciar por las acusaciones sobre el fingimiento de su maestría. Pero eso no fue lo que explotó en Cifuentes, si no el asunto del robo, donde ella misma admitiría, con su salida a la luz, que se estaban traspasando muchas líneas rojas, y más que ajuste de cuentas político, era aquello un acoso, un linchamiento. Cifuentes aclaró que renunciaría solo para evitarles a sus colegas y a su familia más vergüenza e incomodidad. Pero que si fuera por ella, seguiría aguantando los golpes de pie, como dama de hierro que aparenta. Cifuentes había logrado mantenerse intacta por varias semanas, a pesar del escándalo de la maestría falsa, que le dio la vuelta al mundo, en un instante. Había intentado trasladar la responsabilidad del fiasco del magíster, a la propia Universidad, y sus profesores, que cargaron con varias culpas al respecto. Pero el lanzamiento del video del robo, parece haber sellado su destino.
Cifuentes igualmente dijo en un discurso apresurado y preparado que las imágenes no mostraron más que un "error involuntario" que había cometido en 2011. Dijo que se había convertido en el tema de un castigo muy público y muy personal en los últimos días y semanas. "Esta ha sido una campaña de acoso y demolición y una que, desde hace un tiempo, dejó de ser política y personal. Se han cruzado algunas líneas rojas claras ", dijo. Cifuentes, que había gobernado esa región de Madrid desde 2015, dijo que se estaba haciendo a un lado para no poner en peligro los logros de su administración o permitir que sus oponentes políticos tomen el control. Como si eso fuese un acto de valor apreciable, y habría que aplaudirle por ello. Rajoy por su parte dijo que Cifuentes hizo lo que tenía que hacer, dado que la situación expuesta, ya la obligaba a dar el paso que dio. Mientras, otros que aprovecharon su momento, fueron los partidos de oposición en la asamblea regional habían, quienes ya habían convocado un voto de censura para principios de mayo. Ahora ya no es necesario. La predecesora de Cifuentes, Esperanza Aguirre, también tuvo que renunciar, por acusaciones de corrupción. Parece que el puestecito se presta para muchas ilegalidades.