Iniesta todavía tiene fútbol en sus botines
La final de la Copa del Rey ante el Sevilla pareció una despedida adelantada. Miles de fanáticos en el Wanda Metropolitano vieron ese juego como su penúltimo gran examen vistiendo la franela del FC Barcelona. Ahora mismo, medio planeta lo coloca en la liga de China la próxima campaña. Los parciales ya sienten su ausencia, pero, oficialmente, nada está dicho.
Todavía hay vida en el mediocampo culé. Objetivamente, lo más sensato es que acepte la millonaria propuesta y lleve su enorme nivel a tierras asiáticas. Pensar otra cosa sería descabellado, así lo hizo su amigo Xavi Hernández, aunque para Qatar. Es dar paso a las nuevas generaciones y decir adiós con un nivel que deje recuerdos positivos. Por demás, desde el punto de vista económico es asegurar años y años de cara al futuro.
Objetivamente hablando, ese debería ser el pensamiento, dejar el egoísmo a un lado, para pensar en el club, en la familia de un Duende inmortal llamado Don Andrés Iniesta, es pensar en cómo retribuir sinceramente a temporadas y temporadas de entrega absoluta. Nada se sabe oficialmente, pero al mismo tiempo, todos sabemos que debe irse, y con él, su magia, su juego, sus deseos, su inmensa figura.
Iniesta no está acabado y eso lo demostró en el cierre de la Copa de su Majestad, cuando anotó el cuarto gol y dejó regates que ni los más noveles logran protagonizar. No obstante, la decisión de este asunto tendrá lugar esta semana.
El propio presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, confirmó después del partido que Iniesta recibió una oferta de un club chino de la Súper Liga, con múltiples informes que identifican al equipo interesado como Chongqing Lifan.
"Esta semana haré pública la decisión", dijo Iniesta según Mundo Deportivo. "Hay muchas emociones, muchos sentimientos, muchos años. Me alegra poder dar esta imagen y el título. Hoy la gente se lo merecía”.
Después de marcarle al Sevilla, los fanáticos de ambos clubes se pusieron de pie, y aplaudieron y cantaron para una historia viva llamada Iniesta, quien a sus 33 años de edad, todavía tiene fútbol en sus botines.
