Una nueva técnica para tratar el cáncer de tiroides
La inhibición de una molécula responsable del cáncer de tiroides reduce el crecimiento tumoral, según reveló un nuevo estudio de científicos españoles publicado por estos días en la publicación especializada Oncogene. De acuerdo con los expertos, como antecedente se sabía que actuando sobre unas pequeñas moléculas de ARN, llamadas microRNAs, se podía destruir la protección de ciertas clases de lesiones oncológicas, algo positivo para los pacientes que sufren esta terrible enfermedad. Pero ahora, con la actual exploración, se demostró en ratones que el microRNA-146b, expresado a más no poder en tumores tiroideos humanos, incide directamente en el aumento de la malignidad de las células.
Y es que esa molécula despoja de la producción de PTEN, una de las proteínas supresoras tumorales más substanciales, la cual genera el carácter maligno de esta desafortunada enfermedad, según explican los autores.
Por otro lado, y volviendo al estudio en cuestión, durante las pruebas de laboratorio, se apreció que la inhibición del microRNA-146b reduce el crecimiento de la lesión en roedores, incrementando los niveles del supresor tumoral.
El cáncer tiroideo, más conocido como cáncer de tiroides, agrupa a un pequeño número de tumores malignos de la glándula tiroides, que es la que representa la malignidad más común del sistema endocrino en las personas.
Por lo general, los tumores malignos de la tiroides provienen del epitelio folicular de la glándula y son clasificados de acuerdo con sus características histológicas, que no son las mismas siempre-
Por ejemplo, los tumores diferenciados, como el carcinoma papilar o el carcinoma folicular, usualmente tienden a recibir un buen pronóstico y a ser curables en casi todos los casos. Eso sí, si son detectados a tiempo.
Mientras que los tumores no diferenciados, como es el carcinoma anaplásico, que tiende a cursar con un peor pronóstico, trae consigo una muy débil respuesta al tratamiento comportándose de manera muy agresiva y generando muchas complicaciones en quien lo padece.
Igualmente cabe mencionar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de tiroides se forma en la glándula tiroidea, que está ubicada en el interior y delante de la zona baja del cuello.
Y aunque constituye el más frecuente de todos los endocrinos, representa solo un 2 % de las lesiones oncológicas a nivel mundial, según la propia agencia sanitaria encargada de velar por la salud de todos los ciudadanos y ciudadanas del planeta. Porque todos merecemos gozar del mayor bienestar posible independientemente de las circunstancias en las que vivamos.
