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viernes, 14 de septiembre de 2018

España, ¿un país de cerdos?

Por Anitaa

Es inaudito para algunos y hasta ofensivo para otros, pero las cifras no pueden desmentirse. Ha crecido mucho la industria del porcino y en la actualidad la cantidad de cerdos sacrificados anualmente es mayor que la cantidad de personas que viven en el país europeo. Según el Ministerio Para la Transición Ecológica ascendieron a 50,07 millones el año pasado, y se vaticina que se incremente esa cifra.

Cualquiera pensaría que España es uno de los principales consumidores de carne de cerdo a nivel mundial. Sin embargo, la especulación no es real. En el 2017 se generaron 4,29 millones de toneladas de piezas para consumir, y el consumo interno es de 367.582 y el particular en ocho kilos.

En realidad, la mayor parte se exporta. Se engordaron 29,9 toneladas de engorde, y se tienen 2,48 de cría. Solo en agua, con quince litros diarios para alimentación y limpieza, se recogen casi 180 hectómetros cúbicos anuales, y eso solo es el consumo urbano conjunto de Sevilla, Zaragoza y Alicante.

Crece la industria porcina y al mismo tiempo la ganaderia se vislumbra hoy como el cuarto generador de emisiones de gases de efecto invernadero por los 23,48 millones de toneladas equivalentes de CO2 que solo superan el transporte, la generación eléctrica y la industria.

El Gobierno, con ese crecimiento de la industria del cerdo, no se ha quedado con los brazos cruzados. Lo primero fue publicar el Real Decreto por el que se establecen las normas básicas de ordenación de las explotaciones porcinas intensivas. Se ha registrado que las granjas de cerdos son las responsables del 27 por ciento de las emisiones de amoniaco a la atmósfera.

Hay ganancias considerables. Cada año se estiman en 6 000 millones de euros y el precio de la carne se multiplica por 2,5 entre la granja y la nevera. L a exportación, que es la principal causa de que el volumen de sacrificios haya crecido más de un 15 por ciento en los últimos cuatro años tras duplicarse en los seis anteriores.