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martes, 4 de septiembre de 2018

Religión y Estado no se llevan bien en Reino Unido

Por Miss GD

Con el polémico Brexit a la vuelta de la esquina, y con la amenaza del 'no deal' rondando con igual peligro tanto por Bruselas como por Londres, los dos principales partidos del Reino Unido han encontrado en mitad del verano con que viven una situación bastante tensa con dos de las comunidades religiosas con la presencia más fuerte dentro de la sociedad británica.

 Los conservadores tienen un verdadero frente abierto con los musulmanes por las palabras pronunciadas por Boris Johnson la semana pasada comparando ofensivamente a las mujeres que llevan burka, mientras que los laboristas de Jeremy Corbyn llevan varios meses sin ser capaces de eliminar unas acusaciones de antisemitismo que se han visto avivadas durante este fin de semana.

El pasado domingo el periódico 'The Independent' publicaba una nueva encuesta en relación con la visita en el año 2014 del líder laborista a la tumba de los responsables de los atentados contra los atletas israelíes en 1972 asegurando que, si bien los entrevistados no consideraban en su gran mayoría que el partido fuese plenamente antisemita, sí que pensaban que no se había manejado adecuadamente la situación.

Y es que precisamente lo que más se le achaca a la formación política es su fehaciente incapacidad para atajar una crisis que se remonta ya a hace más de tres meses y que ha llevado incluso a los líderes de la comunidad judía a aseverar que si Corbyn llega a ocupar el poder se verían obligados a tener que abandonar la nación.

La crítica situación ha terminado conduciendo a que el actual ministro de Interior, Sajid Javid, pidiese de manera pública la dimisión del líder de la oposición durante la jornada del propio domingo a través de la red social Twitter, aunque desde algunos sectores se ha interpretado como una simple maniobra para intentar sofocar el incendio que tienen abierto con la comunidad musulmana por las declaraciones realizadas por Johnson.

El también ex alcalde de la ciudad de Londres, y uno de los aspirantes a liderar a los tories, aseguró en un artículo publicado en su habitual columna semanal en 'The Telegraph' que las mujeres que llevan algún tipo de burka se asemejan a buzones de correos o atracadores de bancos, lo que ha llevado a la comunidad musulmana en Reino Unido a exigirle a Theresa May que abra una fuerte investigación dentro del seno del partido conservador para esclarecer hasta qué punto está presente la islamofobia dentro de la formación.

Además, el Consejo Musulmán de esa nación envió una carta a May advirtiéndole de que no intente blanquear los resultados que se obtengan en dicha investigación, asegurando que nadie debería tener permitido perseguir a las minorías con impunidad.