Un salto imprudente
Para practicar los deportes de riesgo hay que extremar precauciones: la vida de uno puede correr peligro. Josef Flipzl, aficionado a saltar por acantilados de cascadas, quiso experimentar adrenalina saltando los 22 meteros de altura de Teesdale, en Inglaterra. Los turistas que visitaban la zona intentaron pararle, pero él se precipitó de todas formas. Al salir, aceptó que había sido una imprudencia.