Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

sábado, 30 de septiembre de 2017

El Alzheimer no remitirá en los próximos años

Por Yamy

El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, y cada año se realizan jornadas de actividades para crear conciencia y ayudar a prevenir esa enfermedad mental que resulta ser la forma más común de demencia, lamentablemente es incurable y terminal. De acuerdo con las estadísticas, millones de personas padecen demencia, y entre el 60% y el 70% de los casos corresponden al Alzheimer. Los valores son bastante elevados e indican preocupación; sobre todo porque los pronósticos estiman que para el año 2050 la cifra de enfermos de Alzheimer ascenderá a 131,5 millones.

La demencia se caracteriza por la pérdida progresiva de las funciones cognitivas, ya sea por daños o desórdenes cerebrales. Esa alteración en los afectados provoca incapacidad para poder realizar cualquier actividad común; y en la actualidad la demencia constituye una de las principales causas de discapacidad y dependencia en las personas mayores. Es por eso, y por su número creciente de enfermos, que debe ser considerada una prioridad para los sistemas de salud pública. La Organización Mundial de la Salud refiere que en el mundo existen unos 47,5 millones de personas con demencia; y el Alzheimer es el tipo de afección más común, se manifiesta cuando el cerebro ya no funciona correctamente, causa problemas de memoria, de razonamiento y de conducta.

Fuentes consultadas indican que España es el tercer país del mundo con mayor demencia. El 6,3% de las personas mayores de 60 años sufre algún grado de esa enfermedad, y este valor llega al 27% en los mayores de 85 años. Sin embargo, si se trata de deterioro cognitivo ligero, las cifras se disparan porque según algunos estudios puede estar presente hasta en el 30% de las personas mayores de 65 años.

Expertos del tema sugieren que para entender el fenómeno hay que tener en cuenta que la población española (tanto como la mundial) está envejeciendo y por eso aumentan los índices, pues la demencia afecta a las personas de avanzada edad. Con respecto a la situación actual, la proyección de la pirámide poblacional para 2023 estima un aumento del 18% en el segmento de mayores de 65 años, de acuerdo con el doctor Azuquahe Pérez, neurólogo del Hospital General de La Palma, en Santa Cruz de Tenerife, España. El especialista publicó el libro “Los relojes tienen un horario que cumplir” para explicar las demencias y los deficientes cognitivos.

Según precisa el especialista dedicado al campo del deterioro cognitivo y de las demencias, la demencia es un concepto amplio que describe un deterioro de la capacidad mental lo suficientemente grave como para interferir en la vida diaria de una persona. Los daños son significativos, pero no ocurren solo a nivel de memoria; y además, existen diferentes tipos de demencia y muchos más padecimientos que deterioran las funciones cognitivas. La enfermedad más frecuente es el Alzheimer, y entre otras se encuentra la demencia vascular (que se produce tras infartos cerebrales), la demencia frontotemporal o la demencia por cuerpos de Lewy (en estos casos se dañan estructuras cerebrales distintas a las del alzhéimer); también existen condiciones que pueden provocar síntomas de demencia y que suelen ser reversibles, aunque son menos frecuentes.

Aunque los distintos padecimientos de demencia y las otras enfermedades similares tienen el factor común de degenerar las facultades cognitivas, se impone una valoración adecuada a través de una exploración neuropsicológica de los síntomas que van apareciendo porque cada una de las patologías tiene un tratamiento, una evolución y un pronóstico distinto.

Por ejemplo, la demencia senil afecta la memoria, el razonamiento, la comunicación, la capacidad de tomar decisiones, la orientación, o la habilidad de movimiento; por tanto generalmente llega el momento en que impide llevar una vida normal. Los síntomas de la demencia aparecen de a poco y suelen empeorar progresivamente. Los expertos dicen que la demencia senil puede derivar del Alzheimer al producirse pequeños infartos en el cerebro, o puede derivarse del Parkinson, las drogas o tumores cerebrales, entre otras causas. También explican que “se trata de enfermedades neurológicas. El Alzheimer es una enfermedad que no tiene cura y que tiene como final la muerte del paciente, pero en algunos tipos de demencia senil la situación del paciente puede mejorar, dependiendo de la causa de la enfermedad”.

Entre los primeros síntomas de la demencia senil destaca la pérdida de memoria, pero no se trata de la memoria a largo plazo, de los recuerdos familiares o de lo sucedido hace tiempo, se trata entonces de la memoria cercana, lo que se hizo ayer o hace unas horas. Otras afectaciones radican en la capacidad de sociabilizar o de mantener una conversación, y esto precisamente es lo que provoca el aislamiento en los pacientes.

El Alzheimer tiene síntomas fundamentales que afectan la capacidad intelectual para resolver problemas o tomar decisiones: los psiquiátricos (agresividad, paranoias o alucinaciones), y los físicos, pues el paciente gradualmente pierde su salud y habilidades motoras. Tienen un factor de riesgo primordial e inevitable: la edad. Entre los 60 y los 70 años de edad es cuando existe un mayor riesgo, pero en algunos casos la genética puede jugar un papel importante, y también las enfermedades cardiovasculares como los distintos padecimientos del corazón, la alta presión arterial o los accidentes cerebrovasculares.

Contra el factor hereditario es difícil lidiar, no obstante, los expertos recomiendan mantener una vida sana y una alimentación lo más natural posible, junto a la práctica de ejercicio físico. Importante es acudir el médico cuando se detecte el menor síntoma.