Los decretos ambientales de Trump
En días pasados, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revirtió lo alcanzado por su antecesor Barack Obama en materia ambiental. El republicano abandonó el objetivo de reducir las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero. De esta forma, recupera la explotación de energías fósiles. El desmontaje de las medidas para reducir las emisiones, la dependencia de energías contaminantes y lanzar el mercado de las renovables, fue sellado con la firma el pasado 29 de mayo de una orden ejecutiva. La orden vino acompañada de varias acciones para recuperar la producción de energías fósiles y otras medidas que afectan grandemente esa esfera.
El decreto nombrado Independencia Energética ordena a la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) que dé marcha atrás al Plan de Energía Limpia de Obama, que buscaba limitar las emisiones de carbono a la atmósfera.
La orden ejecutiva anula igualmente las restricciones a las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que es poco probable que Estados Unidos reduzca las emisiones en un 30 por ciento para el año 2030, como había prometido. Ello coloca en un limbo el Acuerdo de París, cuya pertenencia está evaluando “seriamente” Trump al señalar que “no existe una obligación” de regular las emisiones de plantas contaminantes.
Dicho acuerdo es un pacto mundial de lucha contra el calentamiento global que fue firmado el 12 de diciembre de 2015 en la Cumbre del Clima en París. El mismo propone que el aumento de la temperatura en el planeta a final de siglo se quede entre 1,5 y 2 grados para así evitar consecuencias catastróficas. Sin embargo, para el magnate neoyorquino el cambio climático es “un cuento chino”.
Las organizaciones defensoras del medioambiente aseguran que responderán a este decreto en los tribunales. “El ataque de Trump ignora la realidad. Pelearemos en los juzgados, en las calles y en todos los Estados para proteger la salud de América”, declaró Michael Brune, director ejecutivo de Sierra Club, un movimiento por el medio ambiente.
Esta posición intransigente de Trump pudiera leerse también como la de un político enajenado que piensa y lo dice abiertamente que el cambio climático es "un cuento chino". Asimismo, pone a su país muy mal parado a la hora de implementar políticas medioambientales estatales.
Desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, Trump ha adoptado una serie de medidas que van en contra sentido de lo estipulado por su antecesor Obama. En cualquier esfera ha dejado una huella en apenas meses de mandato.
