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viernes, 23 de diciembre de 2016

¿Hacia un mundo más seguro?

Por Internacional Newsgur

“Los Estados Unidos deben fortalecer y expandir su capacidad nuclear”. Así empezaba el polémico – para variar – tuit del presidente electo de Norteamérica, Donald Trump. El magnate ha publicado el tuit solo dos horas después de que su compañero del Kremlin hubiese hecho unas declaraciones parecidas: “Necesitamos fortalecer el potencial militar de las fuerzas nucleares estratégicas”, decía Vladimir Putin. El equipo de consejeros de Trump ha aclarado rápidamente que el tuit realmente hacía referencia a “contener la proliferación nuclear” para impedir que este tipo de tecnología caiga en malas manos, véase: terroristas. También dicen que puede significar su intención de modernizar el arsenal bélico… ¿Estamos ante una nueva competición sobre quién es más poderoso?  

Curiosas las declaraciones de ambos mandatarios teniendo en cuenta la estrecha relación que hay entre ellos. Por un lado, el FBI aseguró que hackers rusos habían ayudado a Trump a base de sacar los trapos sucios de Hillary. Además, Trump ha colocado en la Secretaría de Estado a Rex Tillerson, cercano al Kremlin. Ambos dirigentes parecen hacer buenas migas, y los expertos creen que cuando Trump llegue a la Presidencia, entraremos en el período de relación más estrecha entre Washington y Moscú desde la Guerra Fría. Existe un acuerdo bilateral entre ambos países en el que se han comprometido a ir revisando y destruyendo progresivamente armas radioactivas. Pues no, no parece que vayan a cumplir este tratado.  

La Asociación de Control de Armas estadounidense calcula que Estados Unidos posee 7.100 cabezas nucleares, mientras que Rusia tiene en sus manos 7.300 armas con capacidad atómica. Obama se auto asignó la misión de conseguir un mundo sin armas nucleares cuando consiguió la presidencia. Unas intenciones muy bonitas que le valieron para conseguir el Premio Nobel de la Paz, pero nada más. Trump es la antítesis y tendremos que esperar para ver cómo nos sorprende. Durante su campaña se dedicó a decir que países como Japón, Corea del Sur y Arabia Saudí debía desarrollar su propia capacidad nuclear para no depender de la protección estadounidense. Palabras que más adelante contradecía con un “vivimos en un mundo realmente aterrador, el mayor problema para mí es la proliferación nuclear”. Parece que se está gestando una carrera de armamento entre las dos potencias mundiales que recuerda a la Guerra Fría, y mucha confianza no da a pesar de que digan que las relaciones se van a estrechar. Por el momento, tiene a todos en vilo.