La primera carretera solar del mundo
Se acaba de inaugurar en Normandía, Francia, la primera carretera solar del mundo. Está integrada por aproximadamente unos 1.000 kilómetros cubiertos en su totalidad por 3.000 placas fotovoltaicas. Los primeros 2.800 metros cuadrados de placas, se han instalado a lo largo de un kilómetro de la carretera departamental RD5, junto a la pequeña localidad normanda de Tourouvre-au-Perche.
Lo que antes era un proyecto, se ha convertido en realidad. La operación ha contado con una inversión de cinco millones de euros, aportados por una subvención concedida por el Estado. Los líderes de este logro esperan poder abaratar los costes, muy elevados por ahora y siendo este su principal problema a día de hoy. Sin embargo, se espera que a medida que aumente su producción, los costes disminuyan. Así, se pretende extender el experimento a unos 1.000 kilómetros de vías en todo el país en un período de cinco años. A su vez, los promotores establececn que el tráfico sólo cubre las placas entre el 10 y el 20% del tiempo, dejando el resto del día la superficie al descubierto. Estas carreteras son así una oportunidad de aprovechar la energía solar sin tener que invadir espacios de cultivo o modificar paisajes naturales.
La empresa francesa Colas, filial de Bouygues -la cual desarrolla este tipo de carreteras solares gracias a la tecnología bautizada "Wattway"- estima su producción anual en unos 280 Megavatios-hora. Un panel informativo, alimentado por la propia carretera solar, indicará en tiempo real la producción en curso, así como la acumulada en el año, según la empresa. Las baldosas en las que van incorporados los paneles solares se colocan sobre el asfalto de las carreteras ya construidas, no siendo así necesario tener que volver a construir. El recubrimiento de las baldosas es lo suficientemente resistente como para aguantar el paso de los vehículos. La tecnología empleada en estas curiosas baldosas solares es el resultado de más de cinco años de investigaciones.