Puedo prometer y prometo… pero no cumplo
La oposición de Justin Trudeau, primer ministro canadiense, se está frotando las manos. Ya empieza – como buen político – a incumplir promesas electorales, y esta no es moco de pavo: Trudeau prometió reformar la Ley Electoral de Canadá, pero ahora da un paso atrás. El Premier ha anunciado su decisión a través de una carta a través de Karina Gould, la Ministra de Instituciones Democráticas, en vez de dar la cara directamente, detalle que han aprovechado sus rivales políticos para hacer saña contra el primer ministro. No se han cortado y han dicho que esto demuestra su “falta de valentía y fortaleza”, pues no ha sido capaz de “romper esta promesa en frente de todo el mundo”.
“Lo que Trudeau ha demostrado hoy es que es un mentiroso”, ha dicho un diputado del Nuevo Partido Democrático. Lo cierto es que la reforma electoral era una de las promesas fuertes de la campaña, y contaba incluso un eslogan hecho a medida: “Haremos que cada voto cuente”. Y ¿cómo se ha excusado? Bien, dice en su carta que, a raíz de unas consultas hechas a lo largo y ancho del país, se ha dado cuenta de que realmente “los canadienses no quieren el cambio que el Gobierno federal había escogido”. ¿Qué precio le costará al Premier este desfalco?
De promesas incumplidas tenemos un buen manual, en España. Donde dije digo… Rajoy no es el único que promete (y no da) puestos de empleo, que promete (y no hace) una bajada de impuestos… etc. Aquí les seguimos votando, en Canadá está por ver qué pasará. El presidente Donald Trump es el único que rompe con todos los estereotipos: a pesar de sus proposiciones estridentes y populistas, está cumpliendo, a golpe de decreto, sus promesas electorales. 100 días lleva en el gobierno, y de 28 promesas que hizo, 13 ya están ratificadas.
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