Y ahora, "el libro blanco" del Brexit...
David Davis, ministro del Brexit, presenta el libro Blanco del Brexit, donde se explica públicamente la estrategia a seguir en el proceso de ruptura con la UE. El documento argumenta la salida por la necesidad de tener el control sobre la inmigración, y matiza que tratará de alcanzar un acuerdo comercial que asegure las menores fricciones posibles con la Unión, destacando que no tendría sentido un acuerdo totalmente nuevo, por lo que propone tomar elementos de acuerdos ya existentes. Al mismo tiempo, la política migratoria será debatida con las empresas y las comunidades. May también priorizará la protección de los derechos de los británicos residentes fuera de la isla.
El proceso de negociación se extenderá dos años a partir del próximo Marzo, que presumiblemente May activará el artículo 50 del conocido Tratado de Lisboa. A buen seguro que Bruselas le va a poner muy difícil cualquier negociación al Reino Unido. El libro blanco es toda una declaración de intenciones de un lobo con piel de cordero. El Parlamento europeo ha llegado a su límite de tolerancia con el Brexit y va a demostrar al Reino Unido los verdaderos costes de su salida. Es bueno además que Bruselas haga una reflexión interna del porqué se ha llegado hasta este punto con uno de los más importantes aliados de la comunidad europea. Alemania y la Canciller Merkel han tenido un papel demasiado nacionalista y no han gestionado Europa como lo que es: un continuo proceso de equilibrios bilaterales entorno a una visión conjunta en constante evolución.
Para muestras, un botón: el Banco de Inglaterra mantuvo sin cambios su política monetaria: como se esperaba, y con el objetivo de amortiguar cualquier efecto negativo inmediato en la economía británica, la autoridad mantiene los tipos oficiales en el 0,25% y continúa con su programa de compras de activos por valor de 435.000 M£. Se mantiene así a la espera de más detalles sobre la evolución de las negociaciones del “Brexit” y también los efectos sobre la economía de la mayor incertidumbre política. En cuanto a datos macroeconómicos, conocimos un deterioro de la confianza de los empresarios constructores al bajar el PMI hasta el 52,2 desde el 54,2 anterior. Todos los indicadores del Reino Unido van a estar bajo estrecha mirada de los analistas.