4000 euros por un like
Las redes sociales son utilizadas con los más diversos fines, desde un simple chat entre amigos, pasando por la compra y venta de artículos, y llegando a ser el escenario de un delito. Recientemente, un tribunal de la ciudad de Zúrich estableció una multa de 4000 euros a un ciudadano de la nación helvética bajo el único cargo de dar like a una publicación poco respetuosa. El sujeto de la atípica condena carece de identificación ante los medios por el momento. Este hecho es el primer caso en el país y probablemente uno de los primeros en el mundo en general; y a pesar de haberse dictado la sentencia a nivel local, ha tenido una repercusión sin igual.
Las redes sociales son utilizadas con los más diversos fines, desde un simple chat entre amigos, pasando por la compra y venta de artículos, y llegando a ser el escenario de un delito. Por ello, el desarrollo del Derecho Interno en muchos países, no se ha quedado rezagado ante el desafío propuesto por las nuevas formas de interacción de las personas. Tal es el caso del sistema judicial suizo, el cual recientemente condenó a una persona por dar like a comentarios que dañaban la imagen de un tercero.
La sentencia del tribunal de la ciudad de Zúrich establece una multa de 4000 euros a un ciudadano de la nación helvética bajo el único cargo de dar like a una publicación poco respetuosa. A pesar de que la sentencia establece que no debe abonar el monto señalado si no vuelve a incurrir en el delito, el hecho sienta un precedente en el tema. Los comentarios ofensivos (a los cuales un tercer usuario dio like) fueron realizados en 2015, durante una discusión en Facebook, tildando al activista de los derechos animales Erwin Kessler de racista, fascista y antisemita. Estos fueron considerados por el tribunal local como un atentado al honor de su destinatario.
El sujeto de la atípica condena carece de identificación ante los medios por el momento. Este hecho es el primer caso en el país y probablemente uno de los primeros en el mundo en general; y a pesar de haberse dictado la sentencia a nivel local, ha tenido una repercusión sin igual. Según las autoridades suizas, “el veredicto se inscribe dentro de una tendencia a la responsabilización del internauta”.
El hecho desató críticas, pues algunos señalan que, si las autoridades judiciales suizas pretenden perseguir los likes, tendrán que triplicar el número de jueces en funciones. Además, señalaron que se trata de una violación del derecho a la libre expresión de todos los ciudadanos. Por otra parte, otro sector de la opinión defiende que es necesario fiscalizar tales actividades, pues en el contexto actual donde el contacto face to face ha sido sustituido por los chats, los emoticones y otras herramientas, no existe otra forma de combatir tales actitudes. Las declaraciones hechas por esta vía expresan la total voluntad del usuario y, por ello, los órganos judiciales deben tomarlas en cuenta.
El precedente tendrá un impacto positivo en el torno de fenómenos como el cyber-bulling, el cual se reduciría en caso de extenderse la práctica de las autoridades suizas. Es alarmante el elevado número de hechos similares que se dan en las redes, incluso más graves, los cuales traen consigo consecuencias que pueden llegar hasta el suicidio. Sin embargo, la implementación deberá encontrar numerosos obstáculos. Por ejemplo, las cuentas o perfiles no tienen ningún carácter jurídico a algo similar, y el usuario al crearlos no acepta ninguna obligación jurídica; por tanto, puede alegarse el robo de la cuenta y bastaría para exonerar al usuario.
Sin duda alguna el tema parece complicarse más allá de lo chistoso que puede resultar el costo de un simple like, que en muchas ocasiones se da sin tener la más mínima idea de lo que hay escrito. Evidentemente, el objetivo de la sentencia es llamar la atención para frenar las prácticas de acoso y maltrato psicológico más modernas. Aun así, a partir de ahora, sea cuidadoso con sus LIKES en Facebook, pues puede costarle un DISLIKE en su cuenta bancaria.
