El BCE se muestra prudente y mantiene los tipos y su política expansiva
En la reunión de hoy del BCE, este acordó dejar los tipos sin cambios, quedando así el tipo de refinanciación en el 0%, el de facilidades de crédito en el 0,25% y el de facilidades de depósito en el -0,4%. A su vez, el BCE mantendrá el programa de compra de activos con un ritmo mensual de 60.000mn de Euros hasta finales del mes de diciembre de 2017. El BCE prevé que los tipos de interés se mantengan en niveles bajos durante un largo periodo de tiempo, tras finalizar el programa de recompra de activos. Los mercados han acogido con optimismo las palabras de Mario Draghi.
En la rueda de prensa posterior, Mario Draghi tildó los riesgos sobre el crecimiento como equilibrados, con una economía expandiéndose a ritmos más fuerte de lo esperado, basándose en unos índices de confianza que apuntan a un crecimiento económico sólido en Europa. En cuanto a las previsiones de crecimiento, el BCE ha incrementado sus estimaciones para los próximos tres años en un 0,1% anual. Así, de cara a 2017, el BCE estima un crecimiento para la región del 1,9% frente al 1,8% esperado en marzo; de cara a 2018, estima un crecimiento del 1,8% frente al 1,7% anterior y finalmente para 2019, estima un crecimiento del 1,7% frente al 1,6% que estimaban en marzo.
En cuanto a la inflación, el BCE ve que el mayor dinamismo de la economía aún debe de trasladarse a una mayor inflación. La subyacente se mantiene reducida, aunque Draghi apunta a un repunte gradual de la misma. Las estimaciones de inflación, pasan a ser del 1,5% para 2017, frente al 1,7% que estimaba en marzo; 1,3% para 2018 frente al 1,6% anterior y de cara a 2019, se estima una inflación del 1,6% frente al 1,7% estimado en marzo.
En resumen, se ve al BCE positivo en cuanto al nivel de crecimiento de la economía, aunque aún algo prudente con respecto a la inflación, ya que unos precios de materias primas bajos, limitan la capacidad de que esta se incremente. Europa va dando los pasos adecuados para su recuperación económica que ha de servir para consolidar el proyecto de la Unión Europea y apaciguar las aguas de los populismos surgidos a la sombra de la exclusión social por culpa de los recortes y de la ausencia de desarrollo.
