El cólera se apodera de Yemen
Más allá de la guerra, Yemen se tiñe de muerte. A 923 casos asciende el número de fallecidos en el país por causa del cólera. Las cifras indican que en un lapso de setenta y dos horas se han incrementado unos 70 nuevos fallecimientos según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los posibles contagiados por la enfermedad son 124.002, 14.880 más que el pasado jueves, y 8300 más que en la jornada de ayer, según el balance de la Organización. Organismos internacionales como la Cruz Roja y países amigos tienden su mano a Yemen, más aun así la masacre es incontenible.
Veinte de las veintidós provincias del país constituyen foco de la epidemia, declarada como tal en la región el pasado 27 de abril. Saná, capital del país, seguida por Hudeida y Amran y otras regiones controladas por los rebeldes hutíes, son las más afectadas con la enfermedad, aunque los últimos reportes de la OMS indican que también zonas de dominio del gobierno muestran índices de infestación sustanciales.
La situación más crítica del país árabe es su deficiente infraestructura sanitaria, afectada por los estragos de una guerra que desde 2004 azota al país. Escaso acceso al agua, insalubridad y hambruna son otros de los factores que han posibilitado que el cólera tome el control del país.
El cólera se considera una enfermedad infecto contagiosa intestinal aguda, provocada por la bacteria Vibrio cholerae. Los pacientes que la padecen presentan diarreas acuosas a gran escala que le conduce a la deshidratación rápida. La enfermedad es endémica en más de 50 países y desde su surgimiento producido varias epidemias de alcance mundial. Ello lo facilitan las condiciones sanitarias deficientes, hacinamiento, guerra e inanición. Las áres del mundo donde más se presenta es en Asia, África, el Mediterráneo y más recientemente, América Central y del Sur.