“Estatus de asentado” para los europeos en suelo británico
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, anunció durante la sesión parlamentaria de este lunes que los ciudadanos europeos que viven en el país podrán solicitar un carnet de acreditación de su “estatus de asentado”. Se dice así adiós al permiso de residencia permanente y se agilizan los pasos para conseguirlo a fin de que la propuesta sea acreditada por la Unión Europea en el marco de las negociaciones sobre los términos del divorcio con Reino Unido. La iniciativa inglesa está conformada por quince folios donde se garantiza el acceso a la seguridad social y las prestaciones sociales aunque no la asistencia sanitaria, un punto de controversia con la institución comunitaria.
Las dudas e inquietudes sobre los términos en los que se va a producir la separación de Reino Unido de la Unión Europea no llegan a su fin. Por ello, la primera ministra británica ha querido poner un poco de su parte para calmar la aparente ansiedad que existe tanto desde la institución comunitaria como desde la ciudadanía europea que reside en Reino Unido. En comparecencia parlamentaria, May ha anunciado este lunes que para “aplacar esa ansiedad” que existe sobre lo que ocurrirá cuando su país abandone la Unión, se ha redactado un documento de 15 folios donde se publica la propuesta inglesa para el divorcio.
En ella, se especifica que los ciudadanos europeos que quieran seguir residiendo en el Reino Unido deberán solicitar un carnet para su acreditación de “estatus de asentado”. Se dice así adiós al permiso de residencia voluntaria para integrar una nueva categoría migratoria que podrán solicitar los más de tres millones de ciudadanos de la Unión que residen en la isla. Una propuesta que creará el ministerio del Interior y que garantiría así a los titulares el derecho a permanecer de forma indefinida en Reino Unido. Eso sí, para no perder esta condición no se podrá abandonar el país durante un periodo superior a dos años.
Se tratará de un estatus del que solo se podrá hacer uso si el ciudadano llevase residiendo más de cinco años antes de la salida del Reino Unido de la Unión. Si el tiempo fuese inferior, primero se pediría un estatus especial que permitiese residir en el país hasta llegar a los cinco años y poder solicitar el permiso superior.
“No habrá rupturas familiares”, aseguró la primera ministra para aclarar que los residentes podrán llevar al país a los miembros de su familia en las mismas condiciones que un ciudadano nacido en Reino Unido. Así mismo, este nuevo estatus de residencia legar permitirá “llevar a cabo cualquier actividad legal, acceder a los fondos públicos y solicitar la ciudadanía británica” además de acceder a la seguridad social y a las prestaciones sociales “bajo las misma bases que los ciudadanos británicos”. Pero no será así con respecto a la asistencia sanitaria donde todavía queda mucho que debatir.
