Muguruza ya está en la cuarta ronda de Roland Garros
La tenista hispano-venezolana ya está cada vez más cerca de revalidar su título de Roland Garros tras derrotar a Yulia Putintseva. Una hora y cuarenta minutos le costó a Garbiñe Muguruza deshacerse de la jugadora kazaja en su camino para defender el título parisino que conquistó el pasado año. 7-5 y 6-2 fue el resultado final de un encuentro que se le complicó más de lo debido a Muguruza que ya está en la cuarta ronda del torneo francés. Será el próximo domingo cuando se enfrente a Kristina Mladenovic o Shelby Rogers para tratar de pasar a cuartos de Roland Garros.
Quien algo quiere, algo le cuesta. Y cuando tanto esfuerzo y sacrificio se ven por fin recompensados, cuesta desprenderse de ese momento de gloria único. El instante en que se sabe que lo que se ha alcanzado ha sido todo por un largo trabajo de fondo. Aunque tanto tiempo invertido parece incluso pequeño cuando se consigue el objetivo perseguido. Pero mantenerlo es la clave posterior. Así le pasa a Garbiñe Muguruza quien, tras tocar el cielo el año pasado, no quiere desprenderse del preciado título de ser la ganadora de Roland Garros. Se dice rápido pero a la tenista hispano-venezolana le ha costado sudor y lágrimas llegar hasta donde está y no va a permitir que nadie se lo arrebate a la primera de cambio.
Por ello, Muguruza está peleando cada partido sobre la tierra batida de París. No importa el rival que tenga delante. Ella solo se visualiza alzando la copa de mosqueteros otra vez. Y entre tanto sueño puede que Garbiñe se despistase un poco frente a Yulia Putintseva. Aunque tras una hora y cuarenta minutos de encuentro, Garbiñe acabó imponiéndose a la tenista kazaja, le costó a la hispano-venezolana plantarse en la cuarta ronda de Roland Garros. Durante casi una hora, Putintseva rebatió cada pelota, saque y set de Garbiñe. Hasta cuatro breaks hubo en los cinco primeros juegos para deleite de los allí presentes. Ganó Muguruza el primer set por 7-5 aunque ante tanta intimidación de su rival sabía que tenía que actuar y dejó las ensoñaciones para otro momento. Poco pudo hacer entonces la menuda Putintseva, número 29 del mundo, a quien le arrebató el segundo set por 6-2.