Nuevos recortes en Europa por el Brexit
El impacto del Brexit sobre la Unión Europea (UE) ya está siendo una realidad. Poco tiempo después de realizarse las negociaciones con Londres para pactar los detalles de su salida de la comunidad que más identifica al Viejo Continente, Bruselas advierte lo significativo del agujero que en el presupuesto europeo provocará el alejamiento de Reino Unido, el cual se estima entre 10.000 o 12.000 millones de euros anuales. Esto sin tener en cuenta aún los nuevos desafíos presupuestarios de la Unión hasta 2020, dado que los británicos constituyen uno de los principales contribuyentes con que contaba el organismo. Ante esta situación se vislumbran dos posibles soluciones: hacer recortes y/o buscar nuevos mecanismos de financiación, como incrementar las contribuciones de los Estados Miembros, que ven con recelo esta posibilidad.
Luego de presentar un documento de reflexión sobre el futuro de las finanzas de la UE de los 27, el alemán Günther H. Oettinger, comisario de Recursos Humanos y Presupuesto del organismo, ha señalado además que los posibles recortes no serán suficientes para cubrir esta laguna en el presupuesto europeo, encargado de financiar desde la política agraria hasta las becas Erasmus. “No podemos hacer como si no ocurriera nada”, señaló también el funcionario, y aprovechó para decir que estas dos posibles soluciones antes mencionadas, en la práctica significarán la ampliación de la capacidad recaudadora de la Unión, y deben implicar una mayor conciencia sobre cómo se puede gastar mejor y con más eficiencia este presupuesto, es decir, cómo hacer más con menos.
Sin embargo, este anuncio realizado por Bruselas ha generado preocupación general. Si bien los Estados Miembros podrán “respirar un poco tranquilos” hasta 2020, debido a que Londres se comprometió, antes del referéndum, a continuar sus aportaciones hasta este año, las cuales serán negociadas igualmente, otras dificultades se suman y tienen impacto ya en las arcas europeas, pues seguramente devendrán en gastos importantes. Los especialistas consideran que las áreas de acción donde se sentirá más la ausencia británica son las vinculadas con la Seguridad y Defensa, el control de fronteras, la lucha contra el terrorismo, la gestión de la crisis migratoria, las políticas humanitarias y de desarrollo, y la lucha contra el cambio climático, uno de los desafíos más inquietantes de la humanidad que recientemente también perdió el apoyo de Estados Unidos, cuando el presidente norteamericano Donald Trump retiró a su país del Acuerdo de París contra el cambio climático.
Ante este panorama, el Ejecutivo comunitario se ha movilizado y precisamente por eso ya elaboró este documento de reflexión sobre el futuro de las finanzas europeas, con vistas a que los países miembros vayan pensando, preparándose y aportando otras posibles alternativas de solución al déficit presupuestario regional que se avecina en los próximos años. Entre las propuestas que Bruselas diseño en este documento, y ya son referidas por el diario español El País, está la de incrementar los recursos actuales a través de contribuciones directas de los Estados en dependencia de su riqueza nacional, así como porcentajes del IVA y de derechos de aduanas. También se pretende añadir una posible tasa sobre las transacciones financieras que no acaba de llegar o impuestos de corte medioambiental (sobre la electricidad, los carburantes o el CO2).
A partir de 2021, el problema será insalvable y en la eurozona tendrán también que ponerse de acuerdo en cuanto a quién pone más y quién recibe menos y así poder equilibrar las cuentas. Por lo que se abre un debate que recibirá la máxima atención, no solo por parte de los políticos europeos, sino también por todo el mundo.
