Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

domingo, 25 de junio de 2017

Vergonzoso asesinato racista por policías de Estados Unidos

Por DesdeCuba

El pasado domingo dos oficiales estadounidenses mataron a tiros a una mujer negra en Seattle. La mujer, identificada como Charleena Lyles, era madre de cuatro niños y se encontraba embarazada de un quinto. Los oficiales explicaron que, luego de recibir una alerta de robo, se dirigieron a la dirección señalada y allí encontraron a Lyles, quien los amenazó con un cuchillo. La respuesta de los ejecutores de la ley fue disparar hasta matar a la muchacha en su propia casa. Por su parte, los familiares de Charleena comentaron acerca de la imposibilidad de que la joven representara un riesgo para los oficiales y declararon prejuicios raciales por parte de estos últimos.

El pasado domingo dos oficiales estadounidenses mataron a tiros a una mujer negra en Seattle. La mujer, identificada como Charleena Lyles, era madre de cuatro niños y se encontraba embarazada de un quinto. Solo tenía 30 años de edad y contaba con un historial de problemas de salud mental.

Los oficiales explicaron que, luego de recibir una alerta de robo se dirigieron a la dirección señalada y allí encontraron a Lyles, quien los amenazó con un cuchillo. La respuesta de los ejecutores de la ley fue disparar hasta matar a la muchacha en su propia casa.

Ante estos acontecimientos, los familiares de Charleena comentaron acerca de la imposibilidad de que la joven representara un riesgo para los oficiales, debido, principalmente, a su conjetura física. Señalaron, además, el uso de armas letales como evidencia de prejuicios raciales por parte de los policías, quienes podían haber aplicado otros métodos o utilizar otro tipo de armamento. Ello hubiera evitado la muerte de Lyles.

Un elemento importante del caso, resulta el hecho de que tres de los hijos de la fallecida se encontraban dentro de la casa en el momento del tiroteo. En este sentido, los medios señalan que ninguno resultó herido durante la acción. A esto se le debe añadir que la muerte de Charleena Lyles estuvo precedida por la absolución del policía Jerónimo Yanez, quien era acusado de haber asesinado a un ciudadano afroamericano. Todo ello suscitó una nueva oleada de protestas, motivadas por la consideración de que la violencia contra la población negra sigue latente en la sociedad norteamericana.

Según su ficha policial, Lyles había sido arrestada dos semanas atrás por amenazar a dos agentes de la policía con unas tijeras. Las investigaciones todavía no han aclarado si esos oficiales eran los mismos que provocaron su muerte días después.

Las fuerzas policiales de Seattle llevan cinco años aplicando reformas para abordar lo que es denominado como uso generalizado de violencia excesiva contra personas con enfermedades mentales. Sin embargo, la realidad demuestra que no han sido eficientes y que convendría incluir el tema de la discriminación en la elaboración de estas nuevas reformas.

Cada vez, el número de muertes a manos de policías en Estados Unidos aumenta; y también lo hace el número de personas negras que fallecen por esta misma razón. ¿Cómo puede ser posible que uno de los países que tanto clama ser defensor de los derechos humanos permita que estas prácticas no solo se mantengan, sino que se incrementen? Hoy Seattle vuelve a ser noticia y no precisamente por su gran infraestructura o por sus interminables acontecimientos culturales, sino por un hecho bastante doloroso.

La conducta humana puede llegar a ser muy impredecible cuando se trata de situaciones de riesgos, sin embargo, es de suponer que la preparación que reciben las fuerzas policiales les permita estar preparada para todo tipo de circunstancias. Aunque no creo que el hecho de que una mujer con problemas mentales, madre de 4 niños, embarazada de otro (con las consecuencias que eso conlleva), con ayuda del gobierno para subsistir; sea la causa de que dos policías preparados se vean obligados a dispararle. Definitivamente algo anda mal, o el país que más recursos utiliza en defensa no sabe escoger a sus oficiales o no los prepara correctamente. De lo que no queda dudas es que los responsables no son solo los “agentes del orden”, quienes matan innecesariamente, sino de un gobierno que se los permite.