El misterio tras la historia de un rey
El historiador británico, Ralph Ellis, mantiene en su tesis que existen paralelismos convincentes y probables científicamente entre David, Salomón, Psusenes y Sheshonq, y que incluso esta teoría es reforzable ya que los antepasados y miembros de la familia de estas dos dinastías reales coinciden en la historia de una manera demasiado precisa como para no tratarse de las mismas personas. El especialista alega que las narraciones que versaban sobre la vida y las historias de los faraones egipcios eran consideradas desagradables e inaceptables por los posteriores autores bíblicos, los cuales alteraron la historia para crear un héroe puramente israelita. El texto bíblico se refiere a Salomón como el tercer y último monarca del reino unido de Israel.
La naturaleza insaciable del hombre lo ha llevado a través de la historia en la búsqueda de lugares de leyenda y a perseguir los mitos para sacar la verdad que hay escondida en ellos. Una de las incógnitas más grandes de la humanidad y a la que los estudiosos han dedicado muchas horas y esfuerzos es sin duda uno de los libros más leídos del mundo: el Antiguo Testamento de la Santa Biblia. El Antiguo Testamento contiene el Pentateuco, y otras series de libros históricos, sapienciales y proféticos. En total se numeran en el Antiguo Testamento 39 libros en la versión protestante, 46 libros en la versión de la Iglesia católica, y 51 libros en la de la Iglesia ortodoxa.
En sus páginas aparecen innumerables personajes y hechos que muchos sospechan tienen probado basamento real. Todo este misticismo que rodea a la obra literaria, adorada y seguida por muchos, la ha convertido también en un elemento muy recurrido antes de emprender infinidad de expediciones que buscan desentrañar los misterios que se esconden tras las palabras de las páginas de lo que los creyentes consideran la palabra de Dios. El Santo Grial, la misteriosa María Magdalena, la propia figura de Jesucristo y todo lo asociado con su muerte han sido elementos de búsqueda constante e insaciable por miles de cazadores de mitos seducidos por estas sorprendentes historias.
El historiador británico Ralph Ellis, es uno de esos hombres que quedó atrapado en pos de la verdad y recientemente sorprendió al mundo al afirmar que las famosas minas del rey Salomón son tan fictícias como las perseguidas aguas de la fuente de la juventud. Según aparece recogido en el Antiguo Testamento, Salomón, tercer y último monarca del reino unido de Israel, gobernó entre los años 970 y 931 antes de Cristo y se supone que acumuló hasta 500 toneladas de oro puro que hoy estarían valoradas en más de tres mil millones de dólares. Sin embargo, Ellis, declara en su nuevo libro 'Salomón, Faraón de Egipto' que el tan nombrado monarca no fue rey de Israel, sino que era un faraón egipcio cuya historia ha sido malinterpretada por numerosos historiadores y teólogos. El autor destaca el hecho que tras 20 años de investigación y búsqueda está completamente convencido de que el tesoro que se supone perteneció al justo rey nunca existió y es un completo mito. En el texto, el investigador sugiere que los reyes Salomón y su padre David, figura sumamente reconocida dentro de la comunidad judeo-cristiana, fueron en realidad los faraones Psusenes II y su sucesor Sheshonq I, que gobernaron las tierras egipcias a finales del siglo X a.C. El historiador británico mantiene en su tesis que existen paralelismos convincentes y probables científicamente entre David, Salomón, Psusenes y Sheshonq, y que incluso esta teoría es reforzable ya que los antepasados y miembros de la familia de estas dos dinastías reales coinciden en historia de manera demasiado precisa como para no tratarse de las mismas personas. El especialista alega que las narraciones que versaban sobre la vida y las historias de los faraones egipcios eran consideradas desagradables e inaceptables por los posteriores autores bíblicos, los cuales alteraron la historia para crear un héroe puramente israelita.
El texto bíblico se refiere a Salomón como el tercer y último monarca del reino unido de Israel. Hijo del rey David, Salomón logró reinar sobre un amplio territorio durante casi cuatro décadas. Durante el reinado de Salomón se construyó el primer Templo de Jerusalén y a él se le atribuye la autoría de los textos bíblicos titulados Libro de Eclesiastés, Libro de los Proverbios y Cantar de los Cantares. De ser ciertas las teorías de Ellis esto daría un giro a la historia conocida hasta el momento y plantearía nuevas incógnitas para los amantes de la historia y las leyendas.