La música latina retumba en Nueva York
La ciudad de Nueva York es enigmática. Actualmente es uno de los centros de mayor influencia cultural, económica y política del mundo. En parte, porque es uno de los conglomerados urbanos más grandes y poblados del orbe. Dentro de ella destaca Central Park como uno de los lugares que más preponderancia artística tiene. De hecho, en él se está desarrollando la 18º edición de la Latina Alternative Music Conference, que reúne a artistas latinos, sin importar su lugar de origen, con una alta presencia de los nacidos en Estados Unidos. Este evento demostró una vez más el carácter universal de la música y que esta no tiene condicionamientos geográficos.
Desde finales del siglo XIX, Nueva York se erige como una ciudad global, a partir de la influencia que tiene, a nivel internacional, en los medios de comunicación, el comercio, las finanzas, la educación, la política, la moda, el entretenimiento y las artes. De hecho, la repercusión artística y cultural de los sucesos que en ella ocurran, es una de las más fuertes del mundo. Esta influencia parte además de que Nueva York es uno de los centros urbanos más grandes y más poblados del mundo. Es la ciudad más poblada de los Estados Unidos y después de la Ciudad de México, la segunda de mayor concentración urbana en América.
El Central Park se ha convertido en una de las zonas con más preponderancia cultural en Nueva York. Son numerosos los artistas de diversas partes del mundo que lo toman como escenario para transmitir su arte a un público tan diverso como el que caracteriza a la ciudad. En estos días, Latinoamérica ha tomado por asalto Central Park, pues se está desarrollando la Latin Alternative Music Conference. Este evento desplega sus actividades en diversas partes de la Gran Manzana.
Destaca cómo la cita engloba a los artistas latinoamericanos, independientemente de su lugar de origen. De hecho, una de las presencias más fuertes la tienen aquellos que nacieron en los Estados Unidos pero que se enorgullecen de su identidad latinoamericana.
Esta es la décimoctava edición que se realiza del Festival y está dedicada a Venezuela. Su fundador, Tomas Cookman, expresó que es su deseo que en los próximos años el festival pueda dedicarse a la mayor de las Antillas, a partir de la influencia que tienen los artistas cubanos a nivel internacional y en el propio Estados Unidos, pues son numerosas las experiencias de aquellos norteamericanos que asisten al festival y en cuanto se les habla de Cuba, recuerdan lo impresionante que es la música cubana.
El evento realza la obra de los latinos en la Gran Ciudad, no solamente desde el punto de vista artístico. Pues muchos emigran en busca de prosperidad económica y tienen que aprovechar cualquier oportunidad de trabajo que se les ofrezca, desde la esfera de la construcción hasta la de los servicios. En múltiples ocasiones tienen que contar con varios empleos, de ahí que prácticamente no tengan tiempo ni para descansar. Muchos de ellos intentan dedicar aunque sea un tiempo breve para asistir a la cita, pues es una forma de ponerse en contacto con sus raíces.
El sábado 15 de julio tuvieron lugar los conciertos de la icónica banda argentina de reggae Los Pericos, y de La vida Boheme, de Venezuela. De esta forma el público que estaba en Nueva York pudo comprobar la riqueza de la música latina. Esta también tiene la influencia norteamericana, del blues, del folk, y de otros ritmos que modificaron para siempre la historia musical internacional. La LAMC demostró una vez más el carácter universal de la música y que esta no tiene condicionamientos geográficos. Mientras que Nueva York se sigue consolidando como la manzana del mundo.
